Los líderes europeos han propiciado una caída del mercado, lo que no es malo, como consecuencia de su ineptitud, lo que sí es malo. Han querido mandar un mensaje de que pedir un rescate no sale gratis, lo que no es malo, y han mandado el mensaje de que en la Eurozona los depósitos ya no son inviolables.

Han hecho en Chipre un corralito argentino a la europea. La han cagado con mayúsculas y tratan de recular contrarreloj tratando de negociar un nuevo acuerdo del que los pequeños ahorradores salgan mejor parados.

Y el problema de fondo es que además de idiotas e ineptos, son cobardes. El rescate chipriota se ha usado como mensaje a los oligarcas rusos y a Rusia en general para que no usen el sistema bancario de la isla para sus trapicheos de lavandería. Se calcula que el 40% de los fondos en bancos chipriotas son rusos.

Pero lo que ocurre es que seguramente Chipre nunca debió entrar en el euro. Es duro, pero es así. Si existían dudas acerca de la solvencia de su sistema bancario contra el blanqueo de dinero, no se debió admitir a la isla en el club y si se la admitió, no vale entrar ahora como un elefante en una cacharrería.

Porque el asunto de confiscar un 10% del capital a los propietarios de más de 100.000 euros depositados en el sistema bancario chipriota y el 6,75% a quienes tengan menos de esa cantidad es una barbaridad. Ya me dirán que les van a dar acciones y no se qué otras memeces y que se trata de lo que nuestro Mariano denomina «una excepción».

Más te vale, Mariano. ¿Imaginas que a los ahorradores de Bankia les hubieran exigido algo parecido? ¿Estarías contento? «Les quito uno de cada diez euros que usted tiene aquí pero no se preocupe, que le doy acciones de esta ruina». Me da igual que la UE intente financiar este rescate vía oligarquía rusa o por la vía que quiera. Como siempre, han machacado al pequeño.

Cuentan en los mentideros que Frau Nein ha vuelto a salirse con la suya y que ha sido Alemania la que ha impuesto el acuerdo en los términos en que se ha firmado. Empiezo a desear firmemente que en el próximo otoño los alemanes descabalguen a esta señora del poder, porque delira y en sus delirios está dejando a los alemanes a los pies de los caballos. Porque nadie dice «ha sido Merkel», lo que permanece es que «ha sido Alemania». Es más, su ministro de Economía dice que no ha sido él.

Si tienen ustedes problemas con los bancos chipriotas, con los oligarcas rusos o con los políticos de un país que mira para potro lado cuando de blanquear dinero se trata, arréglenlos con quien deben arreglarlos, pero el 60% de los depósitos del sistema financiero del país está en manos de chipriotas cuyo perfilo medio está muy alejado del del oligarca ruso, blanqueador de dinero de procedencia inconfesable al que ustedes quieren dar un escarmiento.

Y a cambio de ese simulacro de escarmiento, la seguridad de los depósitos en la UE ha quedado en entredicho. Se ha traspasado una línea roja de las más claras que había y cuando se traspasa una vez puede ser traspasada más veces.

Lógicamente, el mercado se lo ha tomado a mal. Estaban las cosas suficientemente crudas como para que la excusa viniera al pelo para la corrección fulgurante. Pero ha sido realmente curioso ver cómo una sesión bajista ha ido recuperando el pulso a media que transcurría la jornada.

Cuentan en el mercado que eso se debe a que se ha filtrado que hay renegociación del acuerdo y que se quiere que los pequeños ahorradores sean confiscados sólo en un 5% de sus depósitos, pero a mí me da la sensación de que en realidad el mercado no quiere caer o no lo dejan caer, que tanto da.

Al cierre, el Dax perdió un 0,40%, el FTSE un 0,49%, el CAC un 0,48% y el Ibex un 1,29%. Lo dicho, son unos idiotas. Estamos en manos de unos tipos de los que siempre cabe esperar que hagan lo contrario de lo que deben, incluso lo contrario de lo que conviene. ¡¡Qué nivel el de la política europea!!