El Gobierno mantiene que los pensionistas acabarán el año con más poder adquisitivo del que tenían cuando lo iniciaron, a pesar de la magra subida aprobada para 2013. En auxilio de esta tesis acudió este viernes el dato adelantado de inflación. El frenazo de los precios en septiembre, hasta el 0,3 por ciento frente al 1,5 por ciento del mes pasado, aparenta una subida del poder de compra de las pensiones (que se actualizaron entre el 1 y el 2 por ciento en enero. Sin embargo, algunos piensan que esta ganancia tiene más de aparente que de real.

El efecto escalón provocado por la subida del IVA podría ayudar paradójicamente al Gobierno en su afán por sostener que los pensionistas han ganado este año poder adquisitivo. El pasado viernes, el IPC adelantado que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) estimó una subida del 0,3 por ciento de los precios en septiembre, un dato aún provisional. Con la llegada del dato, el Gobierno se apresuró a destacar la diferencia del dato con la subida de las pensiones aplicada en enero, del 1 por ciento para las pensiones superiores al millar de euros y del 2 por ciento para las más bajas.

Con el dato de septiembre, los pensionistas aparentemente acumulan hasta septiembre una ganancia de poder adquisitivo: del 0,7 por ciento, para las pensiones más altas; y del 1,7 por ciento, las más bajas.

No todos están de acuerdo con las tesis del Gobierno. Por el contrario, estos cálculos indican que, en lugar de ganar, los pensionistas acumulan ya una pérdida de poder de compra, o un estancamiento en el mejor de los casos. “Lo correcto es utilizar el IPC medio de todos los meses del año”, señala Carlos Martín, economista de Comisiones Obreras (CCOO). “En caso contrario, si los precios crecen todos los meses y al final caen, tendríamos pérdida de poder adquisitivo”, añade.

Septiembre ha dado un buen ejemplo de esta distorsión estadística. Este mes se cumple un año de la aplicación de la subida del IVA decidida por el Ejecutivo, de tres puntos en el tipo general hasta el 21 por ciento; y dos puntos en el tipo reducido hasta el 10 por ciento. Aquel mes, como consecuencia de la subida, los precios escalaron un 3,4 por ciento respecto al año anterior. Un acelerón que ahora se compensa con el consiguiente frenazo, por el llamado efecto escalón. Así, según el indicador adelantado, el IPC frenó hasta el 0,3 por ciento, en contraste con el 1,5 por ciento del mes anterior.

Este ‘efecto escalón’ indica que, más que bajar, los precios crecieron el año anterior. Y mucho. Aun así, el Gobierno se aferra a la evolución de la inflación. E insiste en que los pensionistas cerrarán este año con más poder de compra.

“Lo que se está diciendo no es cierto”, insiste el economista de CCOO. “Utilizar solo el IPC de un mes no es correcto si el objetivo es mantener el poder de compra”, asegura. “Si los precios crecen todos los meses y al final caen, tenemos pérdida de poder adquisitivo”, defiende. El método correcto, destaca, es utilizar el IPC medio de todos los meses del año si se quiere medir el poder de compra.

Un 1 por ciento perdido pese al ‘efecto escalón’

Con este método, las pensiones acumulan una pérdida del poder de compra del 1 por ciento a finales de septiembre. La diferencia radica en la forma de medir el poder de compra y su relación con el índice de precios. Así, los pensionistas con rentas superiores a 1.000 euros acumulan una devaluación del 1 por ciento hasta septiembre. Este cálculo -que contraría las afirmaciones del Gobierno- se obtiene tras medir el efecto de los precios sobre las pensiones con el IPC medio, en lugar del valor referido a un solo mes. En el caso de los pensionistas con rentas inferiores, el cálculo arroja un resultado neutro: hasta septiembre no han ganado ni perdido poder de compra.

El IPC medio escaló al 2 por ciento en septiembre, según los cálculos realizados por diario abierto con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En cambio, en tasa interanual, el IPC adelantado cayó hasta el 0,3 por ciento en septiembre, un punto y dos décimas menos que el mes anterior, debido al ‘efecto escalón’ producido por la subida del IVA que entró en vigor el pasado año en el mes de septiembre.

Si el INE confirmara el dato adelantado para septiembre y aún suponiendo que el IPC se mantuviera en un nivel tan bajo durante octubre y noviembre como lo estuvo el pasado mes -algo no previsible debido al agotamiento del efecto escalón citado-, la pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas con rentas mayores al millar de euros ascendería al 1 por ciento, mientras que el resto -aquellos que cobran menos de 1.000 euros- quedarían igual; no perderían pero tampoco verían subir su poder de compra.

El Gobierno, en cambio, afirma que los pensionistas ganarán poder adquisitivo al final de este año si el IPC medido en tasa interanual se mantiene por debajo del 1 por ciento.

La suma de la cesta de la compra tampoco ayuda

Este viernes el Ejecutivo ha aprobado la reforma de las pensiones que suprime la revalorización anual en función del IPC y propone en su lugar un nuevo sistema que limita las actualizaciones al 0,25 por ciento en los años malos, con un techo en los buenos del IPC más un 0,25 por ciento. El nuevo sistema que el Gobierno quiere tener listo ya en 2014 ha despertado las críticas en diferentes sectores por el poder adquisitivo perdido entre los pensionistas. Algo que el Gobierno niega a pesar de que ha cifrado para finales de 2019 un ahorro previsto de 33.000 millones respecto al sistema actual.

En 2013, el Gobierno limitó la actualización de las pensiones a un 1 por ciento en pensiones superiores a 1.000 euros, y a un 2 por ciento para el resto. También suprimió la paga que solía compensar en enero la desviación entre el IPC previsto y el real. Aun así, el Ejecutivo, tras conocer la evolución del IPC, sostiene que los pensionistas acabarán 2013 con una ganancia de poder adquisitivo.

Otras voces subrayan además los efectos de la composición del IPC sobre el bolsillo de los pensionistas. Así, UGT subraya el encarecimiento que han sufrido productos básicos, y que no quedan adecuadamente reflejados en la estadística. Así, destacan las fuertes subidas que han sufrido productos básicos, los más consumidos por los pensionistas. Entre ellos, enumeran la subida del 26 por ciento de la fruta fresca en el último año; del aceite, un 23 por ciento; las patatas, un 31 por ciento; los medicamentos, un 7,9 por ciento; el transporte público urbano, un 4,7 por ciento; la bombona de butano, un 7,2 por ciento (en 2013); la luz, un 11,9 por ciento (en 2012).