Después de un viaje por distintos centros y salas de yoga,ya quizás un poco desilusionada por no encontrar un sentimiento buscado, pero con el convencimiento de que existía y especial, entré sin muchas ganas en otra sala más…Al abrir la puerta me entró una sensación de vértigo, se me abrieron a la vez y de forma brusca todas las vías respiratorias y sensitivas,por culpa de un agradable y calmante olor a incienso algunos órganos de mi cuerpo se pusieron alerta y mi mente dio el primer bote.Deportivas y chanclas al otro lado , suelo de madera virgen y limpio me ayudo a entrar..Levante la vista y mis ojos se tuvieron que hacer a la luz tenue,casi oscura,que me abrió la imaginacion puesto que el sentido de la vista casi no actuaba, sientes… no ves.{destacado}

Los ojos no se han habituado aun a esta luz y difuminaban al fondo de la sala una figura longilinea, me voy acercando…unos músculos sutiles,con fuerza pero relajados, el cuerpo tranquilo que tengo enfrente me hace pensar que su fuerza esta en la mente. Un yogui con amplia sonrisa y ojos transparentes, con una mirada calmada y feliz me hace sentir calma y curiosidad. Sus brazos,manos y pies desnudos, largos y abiertos me dan acercamiento, le veo abierto al exterior y a su interior, a la vez receptor,por la piel se siente la energía y el frescor de su persona.Ni siquiera su ropa deja de relajar y concentrar mi mente, el color blanco y negro.

El negro, color del poder, la elegancia,la formalidad y el misterio, el efecto que me produce es de paz y silencio, ¡Que curiosida d tengo!.El blanco es la luz, la bondad,la pureza, me da seguridad, limpieza y optimismo ¡Que calma tengo!.¿Un abrazo de bienvenida?, ¡cuanto tiempo hacia que no recibía esto de un desconocido!, maravilloso. Yo sola me cargue de buena energía pero quizás porque me la trasmitió, fijandome en estos pequeños detalles sentí felicidad. Fueron , son y serán 90 minutos de SENTIR y así sentí, siento y sentiré curiosidad otra vez.