Entrevista con Reyes Benlloch Ortiz, una de las cinco científicas becadas por L’Oréal-Unesco

15/11/2013

Susana de Pablos. Es una de las cinco científicas españolas que han recibido las becas L'Oréal UNESCO ‘For Women in Science’, dotadas cada una con 15.000 euros. Con 36 años, y un gran espíritu emprendedor, Benlloch centra su investigación en las proteínas fotorreceptoras de las plantas.

Nació en Valencia y es licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad Politécnica de Valencia, donde se doctoró en Biotecnología. Actualmente es investigadora postdoctoral en el laboratorio de la doctora Paloma Más, en el Centro de Investigación en Agrigenómica (Barcelona). Allí, Reyes Benlloch Ortiz (en Twitter, @benllochetal) desarrolla su investigación gracias a un contrato financiado por una beca IntraEuropean Marie Curie Fellowship del VII Programa Marco de I+D de la Unión Europea.

Su proyecto de investigación se centra en el estudio de las proteínas fotorreceptoras en plantas, que son aquellas moléculas que permiten a la planta percibir la luz, sincronizando así su reloj circadiano y adaptando su desarrollo a las condiciones ambientales que la rodean. Se ha demostrado que una correcta sincronización del reloj asegura un buen desarrollo de las plantas, influyendo en el ritmo de crecimiento y la productividad. Es investigación básica, pero esperá podrá ser aplicada en el sector energético y agroalimentario, para solucionar dos granes problemas de la humanidad: la escasez de petróleo, mediante el impulso de energías renovables, y la súperpoblación mundial.

“En el laboratorio estudiamos las bases moleculares del reloj circadiano. El reloj circadiano es un mecanismo que poseen probablemente todos los organismos, incluyendo las plantas, que les permite medir el paso del tiempo y determinar en qué momento del día se encuentran o en qué época del año están. Se ha demostrado que el correcto funcionamiento del reloj circadiano es indispensable para el buen crecimiento de las plantas», explica la doctora Benlloch. Para esta científica, que admira profundamente a Marie Curie, hay mucho trabajo por hacer, en favor de fomentar las vocaciones científicas desde temprana edad, por eso trabaja con niños cada vez que puede.

A una niña que sueña con ser investigadora le diría que “es una profesión muy bonita que hay que vivir con pasión, necesita mucha dedicación. Te abre un mundo de nuevas experiencias. El viajar y conocer gente de todo el mundo hace que se vea todo desde una perspectiva diferente”. El estudio de la estructura y regulación postraduccional de fotorreceptores en Arabidopsis es su proyecto de investigación. ¿Su sueño como científica? “Poder desarrollar mi propio grupo de investigación. Me gustaría que mi futuro laboratorio fuera un espacio dinámico y creativo, donde se estimulara el intercambio, la discusión y la colaboración. Por otro lado, me gustaría que el trabajo de este grupo fuera respetado por la comunidad científica internacional”.  Diarioabierto.es quiere conocer qué opina esta doctora sobre la gestión en femenino de proyectos científicos de investigación.

.- diarioabierto.es: ¿Cómo cree usted que se podría incrementar el número de mujeres en puestos de responsabilidad en la dirección y gestión de proyectos de investigación?
Reyes Benlloch Ortiz:
A las mujeres se les exige mucho más para llegar a esos puestos que a los hombres. Habría que luchar contra las barreras sexistas con iniciativas como ésta, para que las mujeres puedan estar al frente de la toma de decisiones en la gestión de la investigación.

La barrera principal viene por la tradición, aunque ahora ya hay muchas mujeres que se dedican a la investigación y que incluso están alcanzando puestos de responsabilidad, todavía queda mucho recorrido.

.- diarioabierto.es: Usted suele trabajar con estudiantes de bachillerato con el fin de fomentar las vocaciones científicas desde la más temprana edad. ¿Qué medidas habría que poner en marcha para conseguir que las niñas se decantaran más por estudiar carreras científicas y optaran por la investigación?
R. B. O.:
Los científicos deberíamos hacer un esfuerzo para intentar explicar a la infancia, a la juventud y a la sociedad en general, la importancia de la investigación. Y es importante transmitir que es posible hacer una carrera científica con éxito siendo mujer compaginándolo con una vida familiar satisfactoria, incluso teniendo hijos. Que no es una utopía, que siempre tienes apoyos.

.- diarioabierto.es: Por su experiencia en esos centros de formación, ¿qué percepción tienen las niñas y los niños sobre la imagen de los científicos?
R. B. O.:
Antes de que llegásemos nosotras, dos científicas jóvenes, a las aulas, el profesor pidió al alumnado que dibujaran a un científico y que describieran cómo se lo imaginaban. La mayoría dibujó un varón, con pantalones, bata y un aspecto desordenado (se ríe).

Cuando entramos en el aula, les chocó que fuésemos mujeres. Iniciativas como ésta demuestran ser muy positivas para intentar inculcar en la infancia la cultura de la igualdad de sexos. Sería beneficioso para la sociedad, que esa generación que viene lo haga con esta sabiduría, con esta información.

.- diarioabierto.es: ¿Es importante para una investigadora como usted poder conciliar su vida profesional y personal?
R. B. O.:
Es un apoyo fundamental. La carrera científica precisa mucha dedicación en tiempo e intelectualmente, y esto algunas veces hace que la vida familiar se resienta, pero es posible compaginarlo. Lo que requiere es un cambio de mentalidad por ambas partes dentro de la unidad familiar.

.- diarioabierto.es: ¿Qué diferencia a gestión de proyectos de investigación cuando hay una mujer al frente?
R. B. O.:
Hombres y mujeres somos diferentes, también biológicamente, y abordamos los problemas de manera diferente. Cada sexo tiene puntos, digamos, más fuertes. Quizá la mujeres somos buenas comunicadoras, somos buenas a la hora de solucionar problemas, sobre todo cuando requieren utilizar el lenguaje, expresar lo que se siente, se piensa… Mujeres y hombres abordamos los problemas de formas diferentes y tanto una como otra visión son necesarias. Si no, la ciencia se quedaría coja, precisa una visión completa, de ambas partes.

 

.- diarioabierto.es: Usted sueña con desarrollar su  propio grupo de investigación. ¿Cómo sería su equipo ideal?
M. R. B. O.:
Sería un equipo internacional, multicultural, porque creo que la mezcla de culturas y mentalidades es muy importante para el avance de la ciencia y del progreso. Tendría que ser también un ambiente muy dinámico, de respeto y colaboración. Un ambiente lo suficientemente relajado para que la gente aportara sus opiniones y expresara sus ideas, sus ambiciones, sin temor, ni siquiera a decir tonterías. Porque aunque el 90% de las opiniones quizá no llegaran a nada, o alcanzar  resultados –entre comillas-, el otro 10% llevará a descubrimientos científicos que merezcan la pena. Para empezar sería un equipo pequeño, de dos o tres personas, que espero llegase a crecer con el tiempo.

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