Los dos presidentes de la crisis se excusan ahora ante los españoles

26/11/2013

Ángel García Moreno. La dura crisis que padecemos irá siempre ligada a dos nombres de presidentes del Gobierno: Zapatero y Rajoy. Pero ellos se resisten a que se les atribuya cualquier responsabilidad y buscan una excusa ante el futuro.

A los españoles se les “ha pedido mucho, porque había que hacerlo, pero el tiempo se lo va a devolver con creces”. Cometió un «error» a la hora de reconocer la crisis pero fue un fallo de «apreciación» en el que no hubo «ni engaño ni ocultación» a los ciudadanos.

La primera apreciación es de Mariano Rajoy en un conferencia organizada por Europa Press. La segunda de José Luis Rodríguez Zapatero en una rueda de prensa para presentar su libro «El Dilema. 600 días de vértigo»

Y es que los dos, aunque pertenecen a partidos políticos enfrentados tienen en común algo: la intensa utilización de la propaganda política y el lenguaje para disfrazar la realidad. Ahora los dos también coinciden en excusarse ante los españoles que llevan soportando las cargas de varios años de crisis económica. El presidente actual con intervenciones públicas y el expresidente con la publicación de su libro de memorias.

Se ha pedido mucho, pero había que hacerlo

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, habló este martes por la mañana en la presentación de la conferencia del presidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra, organizado por la agencia Europa Press y fue allí donde aseguró que a los españoles se les “ha pedido mucho, porque había que hacerlo, pero el tiempo se lo va a devolver con creces” . A continuación añadió que «ya hay signos de mejora, insuficientes, pero los hay»,

Rajoy se mostró de acuerdo con quienes opinan que se está atravesando «la mayor» crisis desde el punto de vista económico «en muchos años» pero considera que hay que afrontar la actual situación con «valentía» y «sumando esfuerzos entre todos».

Según Rajoy, cada uno debe «dar lo mejor de sí mismo» en una tarea que «no es fácil» y recordó que que hace solo un año se hablaba de la posible ruptura del euro, del rescate a España o de la elevada prima de riesgo».

Sin embargo, en este momento -continuó- se debate sobre la fecha de salida de la crisis y se habla del fin de la recesión y cómo será la recuperación. «Aún queda mucho camino, pero ya hay camino y ese camino lo vamos a recorrer entre todos», añadió.

El error

Lo que nadie le puede quier a Rajoy es el autoconsuelo de la herencia recibida y esta no es sino la de su antecesor, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero quien volvió a reconocer este martes su «error» a la hora de reconocer la crisis en la economía española durante su mandato, pero añadió que fue un fallo de «apreciación» en el que no hubo «ni engaño ni ocultación» a los ciudadanos.

Esta afirmación la hizo el expresidente en la presentación de su libro  «El Dilema. 600 días de vértigo», centrado en su etapa de Gobierno desde que en mayo de 2010 tuvo que dar un giro a su política y tomar medidas económicas para tratar de frenar la crisis.

Así, si a Rajoy se le recuerda en esta crisis por el incumplimiento de sus promesas electorales y los duros ajustes que han tenido que soportar las clases medias y las más débiles de la sociedad española, Zapatero pasa por el político que o no se enteró de lo que pasaba o no quiso enterarse.

En este sentido  Zapatero, recordó que no mencionó la palabra crisis hasta julio de 2008 tras meses hablando de desaceleración y explicó que los dos motivos fundamentales que le llevaron a este «error de apreciación» fueron dos.

El primero su afán por «mantener la confianza» y trasladar «un mensaje positivo» para los agentes económicos y los inversores.

El segundo que en esos momentos de 2008 España continuaba con crecimiento económico y las previsiones, dijo es que los datos iban a seguir siendo buenos en el segundo semestre de ese año e incluso en 2009, previsiones que después «saltaron por los aires» con la caída de Lehman Brothers.

Ni engaño ni ocultación

Estas son, según explicó, «las razones del error». «Ni engaño ni ocultación de nada de nada», recalcó según Ep, para después apuntar que hubiera sido «absolutamente absurdo que alguien pueda pretender en la sociedad de la información» que alguien pueda «engañar sobre eso».

En lo que no quiso entrar Zapatero es en polémicas con el que fue su vicepresidente económico en la primera legislatura, Pedro Solbes, -que también ha publicado su libro de memorias- sobre si se había visto venir lo que luego llegó. Zapatero se limitó a expresar toda su gratitud a los ministros que estuvieron en sus equipos.

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