Circula por ahí un documento que critica a las princesas Disney. Me lo hizo llegar una amiga acompañado de esta frase: “Mira, la más rastrera de todas es La Sirenita, que renunció a todo, incluso a su voz, por un príncipe. Y a mi es el cuento que más me gustaba cuando era niña”, reflexionaba ella, quizás extrapolando esta idea a la que venía siendo su historia amorosa con los hombres…

En efecto, si nos ponemos a fijarnos en los roles que los cuentos de Disney han atribuido a las niñas, no es que salgan bien paradas que digamos: Cenicienta, la esclava que sale de su esclavitud casándose; Blancanieves, tres cuartos de lo mismo.. Bien es cierto que en los últimos años se vislumbran algunos mensajes diferentes, como el de la película Brave, una princesa indomable que no quiere ser princesa ni casarse..

De eso va este artículo, de niñas que no quieren ser princesas. De antiprinceísmos, permítanme inventarme el vocablo. A mi, mi nena Lola, con 5 años, me hizo un dibujo con una chica de pelo rizado de cuya boca salía un bocadillo con esta frase: “Qué aburrido es ser princesa”.

Yo me puse muy contenta entonces. Como me he puesto ahora que me he enterado de que acaba de salir al mercado el cuento SuperLola, una historia donde la protagonista no es una princesa, sino una niña que quiere ser heroína y salvar el mundo. “En este cuento habita una niña valiente que quiere cambiar el mundo. En este cuento habitan los sueños y las voces de muchas niñas valientes que trazaron con sus manos otros caminos, otros lugares y otros espacios”, nos dicen desde la editorial, que como no, tiene también nombre guerrero: La Señora Malilla.

Detrás de La Señora Malilla están Gema Otero, creadora de SuperLola, junto a Juan Antonio Muñoz, encargado de dibujar las ideas. Y tienen muchas, porque los próximos títulos serán El Príncipe Rosa, Circulitos en la Barriga y Corazón Ovillo.

SuperLola es un homenaje a todas esas niñas que no quieren ser princesas, pero también a sus madres, tías y abuelas que tampoco quisieron serlo pero que, por año de nacimiento, se vieron envueltas en rosas y películas edulcoradas donde las niñas tenían todos los visos para convertirse en mujer florero en el futuro.

Menos mal que hoy existe otra literatura, para niñas que quieren ser astronautas, científicas, bomberas o exploradoras, como mi Lola.

www.youtube.com/watch?v=JwNyYIDfuy8