Alfredo Pérez Rubalcaba se ha convertido en la medicina hallada por Zapatero para curar a su Gobierno y poder presentarse sano a las próximas elecciones generales. A Rubalcaba le ha otorgado casi todos los poderes políticos y, por añadidura, le ha puesto en primera fila para dar la cara como portavoz. El tiempo nos dirá si finalmente Rubalcaba será la medicina o simplemente un placebo para ZP.

Pero de lo que no cabe duda en estos momentos es de que Rubalcaba es el miembro del gabinete mejor valorado en las encuestas y que ello le ha llevado a recibir tanto poder dentro de un gobierno socialista. Porque nadie, hasta ahora, ha acaparado tanto poder como Rubalcaba, ni con Felipe González ni, por supuesto, con Zapatero.{destacado}

Ha dicho Zapartero de él que tiene cualidades muy notables para la explicación pública y la coordinación de la acción de gobierno y, además, es un magnífico Ministro del Interior. De esta manera tan didáctica ha trasladado a la opinión pública el presidente del Gobierno las futuras funciones del omnipresente Rubalcaba. Porque, al fin y a la postre, su trabajo va a ser dar la cara tras los Consejos de Ministros y en el Congreso de los diputados para explicar la acción del Gobierno. Hay ya más de un analista político que, malévolamente, dice que a Soraya Saénz de Santamaría le va a resultar mucho más complicado enfrentarse a Rubalcaba que a De la Vega.

Y no es que Rubalcaba tuviera hasta ahora cometidos poco importantes. Porque la lucha contra ETA es uno de los pilares fundamentales de la acción de este Gobierno. Como Ministro del Interior, ha logrado establecer finalmente una política que está dando unos resultados alentadores, aunque el final de ETA será duro y complicado. Pero en su trabajo de los últimos meses, el Ministro del Interior ha sabido coordinar sus actividades para mantener el apoyo del Partido Popular, tanto en Madrid como en el País Vasco.

Está por ver cómo compaginará esta tarea tan trascendental al frente de Interior con sus otros cometidos. Pero Rubalcaba tiene una estructura humana en Interior que ya funciona con un buen engranaje. Tiene a Antonio Camacho, su Secretario de Estado de Seguridad, coordinando las actividades fundamentales y unas direcciones generales de la Policía y la Guardia Civil que está engrasada dentro del organigrama, dependiendo de Antonio Camacho, para seguir trabajando con normalidad. También cuenta con Mercedes Gallizo al frente de Instituciones Penitenciarias, perfectamente coordinada con sus superiores en un momento clave para el tratamiento que se les va a conceder en el futuro a los presos etarras.

Por todo ello, no parece complicado que Rubalcaba siga ejerciendo su función en Interior tan satisfactoriamente para Zapatero como hasta ahora. De hecho, el presidente del Gobierno ha dicho al anunciar el “múltiple nombramiento” que Rubalcaba sigue en Interior porque se han producido grandes avances en el final de ETA y hay que seguir con la misma política. Por cierto que la llegada al gabinete Zapatero del eurodiputado Ramón Jáuregui al frente del Ministro de Presidencia puede tener mucho que ver con esa búsqueda de soluciones al terrorismo, formando tándem con Rubalcaba, antiguo compañero de batallas.

Así son las cosas y veremos los resultados que tienen. Queda un año y medio todavía para comprobarlos, si no hay adelanto electoral, que no parece. Pero veremos a Alfredo Pérez Rubalcaba por todas partes y dejaremos de ver tanto a un Zapatero enfermo, en caída libre según las encuestas, la crisis económica y el paro.. ¿Será Rubalcaba, con tanto poder, la medicina de ZP o quizá su placebo?