El ‘decretazo’ de Báñez corta el vuelo a los planes de pensiones

18/02/2014

Luis M. del Amo. La patronal del ahorro para la vejez carga contra el decreto ley que obliga a cotizar por los pagos en especie.

Miedo y esperanza. El sector del ahorro complementario lanzó hoy tímidas críticas contra el Gobierno. Su idea, traducida en un real decreto -el llamado ‘decretazo’- de que las empresas coticen por sus aportaciones a los planes de pensiones de sus trabajadores, lastra el despegue del sector. Sin embargo, según confirmó hoy mismo, el Gobierno, a través de la próxima reforma fiscal, favorecerá la contratación de estos instrumentos de ahorro para la jubilación.

Las nuevas cotizaciones dificultarán la débil vida de los planes de pensiones de empresa en España. Así lo espera el sector que reunido este martes en Madrid, emitió su dictamen sobre las últimas medidas del Gobierno, en unas jornadas organizadas por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD).

A pesar de todo, el mayor enemigo se llama crisis, según el sector. Las empresas no tienen dinero. Y los trabajadores tampoco pueden renunciar a renta presente, con vistas a la jubilación. Sin embargo, el Gobierno confirmó que habrá “algún instrumento de apoyo” a los planes de pensiones, anunció el responsable de Seguridad Social, Tomás Burgos, también presente en la jornada. “La existencia de planes de pensiones es necesaria para canalizar el ahorro a largo plazo”, enfatizó.

Sin embargo, la crisis también tiene una faceta que podría favorecer el desarrollo de los planes privados. Ha habido que acometer dos reformas de la Seguridad Social. Y esas reformas, aumentando el período de cómputo de la pensión a 25 años -desde los 15 anteriores- y, sobre todo, el nuevo índice de actualización, que desvincula la pensión del IPC y que, por primera vez, afecta a pensionistas presentes -no solo a los futuros- implican una merma en la cuantía de la futura pensión.

El sector mide esta disminución con un indicador, la llamada tasa de sustitución, que cuantifica el porcentaje de salario que una pensión es capaz de reponer. Hasta ahora, España repone un 74% de esos últimos salarios (hace poco era un 80%). Pero pronto esta tasa caerá hasta el 60%, según prevé el sector (en la UE, la media es del 55%). Y cuando la gente empiece a ver cómo disminuye su pensión, se lanzará a contratar estos planes privados, piensan.

La carta también ayudará

Otro factor ayudará a que los españoles contraten planes de pensiones privados, según creen sus promotores. Desde este año, el Gobierno enviará una carta a los ciudadanos comunicando sus expectativas de pensión; es decir, cuánto cobrarán cuando se jubilen, en el caso de que persistiera sus actuales condiciones de cotización. “Es una reclamación del sector desde hace 30 años”, afirma Mariano Rabadán, el representante de la patronal de fondos de inversión Inverco, cuyos asociados también deberán enviar una misiva a quienes tengan contratados fondos de pensiones.

Aun así, la mayor esperanza del sector se cifra en los impuestos. Según dicen, en España, no hay nada que guste más que ahorrar en impuestos. “Es el mayor incentivo”, confirman. La fiscalidad es la clave”, recordando lo poco que se ha hecho en los últimos años en este aspecto. “Las pocas reformas que ha habido han sido para peor. Especialmente en el ámbito de los planes promovidos por empresas”, se lamenta Luis Miguel Ávalos, responsable del área de seguros personales de Unespa, la patronal del seguro.

“Se perdió la deducción del 10% de las cuotas aportaciones empresariales. Ahora, esas aportaciones también se someten a cotización a la Seguridad Social. Vamos en dirección contraria”, censura.

Aun así, el sector no cree que en España se ahorre poco. “Se ahorra mal; en vivienda”, advierten. Hasta la fecha, menos del 10% de españoles tienen contratado algún tipo de plan de pensiones. Si se quita a los funcionarios, la cifra baja hasta el 6%. Más cifras. En la UE, los gestores del ahorro para la vejez controlan el 31% del total de activos propiedad del conjunto de la población; en España, un 16%.

Una vez más el problema, además de lo que detrae la inversión en vivienda, es el tamaño de nuestras empresas. “España es un país de pymes”, tercian. Y el poco ahorro promovido por las empresas se da en las grandes corporaciones. Y así será. Porque, en las pymes,“no hay dinero”, subraya Carlos Lorenzo, director del área de previsión social de la entidad especializada de La Caixa.

El ejemplo británico y sueco

El sector propone por ello cambios drásticos. Son conscientes de que la crisis retrasa el momento de “moderada expansión” que esperan a partir de 3 o 4 años. Pero piden estar listos para el gran salto. Se fijan por ello en países como Reino Unido. Aunque el sistema anglosajón sea muy distinto al español, sugieren que, como allí, se obligue a las ‘pymes’ a implantar estos planes de previsión social complementarios. Allí el empresario adscribe obligatoriamente al trabajador a uno de estos sistemas privados de ahorro. Aunque luego puede darse de baja. Pero al meno eso ya lo introduce en esa forma de ahorro, esgrimen.

Más detalles. En el sistema británico, las empresas aportan para esos planes de ahorro privados un 4% del salario. Otros 3 puntos corren a cargo del trabajador. Y el Estado, en forma de ventajes fiscales, se encarga de un punto más. O como en Suecia, donde un sistema “prácticamente obligatorio”, hace que el 90% de los trabajadores tengan uno contratado. Las aportaciones a estos planes privados de empresa suecos rondan entre el 2 y el 5%.

El ‘decretazo’ se dejará sentir en un año

Volviendo al ‘decretazo’, el sector cree que hasta dentro de un año, no se verán los efectos de los nuevos conceptos cotizables. Begoña Benito, de Mercer, cree, sin embargo, que las empresas -la mayoría de gran tamaño- no aflojarán en sus aportaciones. Recuerda que, antes, tampoco se tributaba al IRPF por estos pagos en especie. Y cuando se implantó, “no fue un drama”, recuerda.

Para Carlos Quero, en cambio, aún es pronto para ver los efectos. El responsable de la rama de pensiones de La Caixa cree que habrá que esperar un año para comprobar los efectos del ‘decretazo’. De lo que no duda es de que las nuevas cotizaciones “retrasarán algo” la implantación de planes de pensiones por parte de las empresas.

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