Las expectativas de futuro son favorables, no obstante un estudio realizado por ESADE revela que la actividad comercial en Barcelona sigue descendiendo en el primer periodo de este año con una disminución del 1,3% en los tiques de caja y un 1,4% en la facturación. A pesar de los datos obtenidos, estos suponen una mejora para el sector del 4% respecto a los dos trimestres anteriores.
Pese a los resultados del primer trimestre del estudio, los comerciantes de la Ciudad Condal encaran la situación del próximo período y prevén una actitud más animada de los consumidores y de las ventas aunque perciban a su vez, más incertidumbres en los precios, que disminuyen, de 3,33 a 3,18 sobre 5, pronunciando la deflación. Los costes con mayor crecimiento dentro del conjunto han sido la luz, con un incremento del 4,4%, y el agua y el gas, con un aumento del 3,6%. Sin embargo, los costes laborales y los relacionados con las compras no muestran grandes cambios.
Según declara el director del estudio, Josep-Francesc Valls, “puede parecer una contradicción que, por una parte, los comerciantes crean que, a corto plazo, se animarán los consumidores y las ventas; y que por otra, disminuirán los precios”. Por su parte, Vicenç Gasca, presidente de la Fundació Barcelona Comerç, cree que “aún queda lejos la recuperación a los niveles anteriores a la crisis, pero ya se vislumbra un punto de luz al final del túnel”
Por su parte, el regidor de Comercio, Consumo y Mercados del ayuntamiento de Barcelona resalta que “el sector del comercio está liderando la recuperación de la ciudad”. Y es que el impacto del turismo en el comercio de la ciudad es muy importante. Según el IcoB (Indicador de comercio en Barcelona), la ciudad ha consolidado el protagonismo de los turistas en las compras. En verano de 2013 las ventas atrajeron a la ciudad al 18,3% de este tipo de turismo, mientras que en invierno de 2014, tan solo el 11,2%. Pese a las rebajas de invierno o los descuentos y ofertas, que cada vez interesan menos a los comerciantes, la semana del Mobile World Congress demuestra la actual desestacionalización de las ventas puesto que el sector ha experimentado un efecto positivo que ha supuesto un incremento en la facturación del 1,9%.
En cuanto al calendario comercial para verano, aunque existe un acuerdo general sobre el pacto firmado con el ayuntamiento de Barcelona sobre la apertura de nueve festivos en julio y agosto, cerca de la mitad de comerciantes afirma que no abrirá ninguno. En este contexto, más de la mitad de los comerciantes (51,1%) sostiene que los nueve festivos en los que se podrán abrir los establecimientos resulta un número suficiente de aperturas mientras que el 34,2% hubiera preferido menos días.