Las ruedas de Fátima Báñez

18/04/2014

Maite Vázquez del Río.

La ministra española de Empleo tiene el don de la inoportunidad. No quiero entrar en sus conocimientos del mercado laboral español porque bastante coraje le echó cuando aceptó la cartera en la que había inscritos más de seis millones de parados. Así le salió la reforma laboral que sólo tiene detractores, excepto Angela Merkel y toda la derecha europea.

Fátima Báñez juega al contragolpe con ignorancia, por no decir insulto a la inteligencia y, más aún, en contra de la tozudez de los datos, no ya de casa, sino de fuera de nuestras fronteras; de Eurostat (la oficina estadística de la UE). Y si no qué pensar de que el mismo día en que se hacía público que siete de las diez regiones de la Unión Europea con más paro son españolas, nuestra ilustre ministra nos dijera que la «recuperación va sobre ruedas». Serán pinchadas, porque es increíble que con 5,8 millones de parados, y que en marzo descendiera el paro en 16.000 personas y de aquella manera del estilo PP, es decir, temporal, la ministra nos ponga a circular como si estuviéramos en un circuito de Fórmula 1.

Esos 16.000 desempleados menos le han dado alas a Báñez, quien sin ningún rubor afirma con orgullo que nuestro país lidera la bajada de desempleo de Europa. ¿Cómo digerir al mismo tiempo que registramos los índices más altos de desempleo? Tal vez no le falte razón si se tiene en cuenta que con tanto trabajador sin un puesto de trabajo cualquier cambio de tendencia camufle la realidad. Quiero decir, con tantos millones de parados, desde el Gobierno resulta fácil decir se está creando más empleo que en ningún otro país. El problema es que aquí la tasa de paro está cerca del 20% y en otros países, con los que queremos viajar en los vagones de cabeza, esa tasa se encuentra por el 8%.

Tan eufana estaba Báñez por ocultar la tremenda realidad que hasta, ya entrada en la verborrea típica de los políticos, nos convirtió en adalid de la estabilidad del euro desde el sur. Evidentemente, no parece vivir en España, ni en Europa… más bien, en el país de las maravillas compartiendo espejos mágicos con Alicia.

Y siguiendo con su discurso optimista, como si la pobreza no hubiera aumentado en España, como si los niños descubiertos por Cáritas no pasaran hambre, como si no hubiera desahucios, como si su reforma laboral y todas las medidas emprendidas desde su ministerio no nos hubieran hecho retroceder cincuenta años, Báñez habló de la libertad que las medidas del gobierno en el que se encuentra está dando.

Una cosa si dijo sin darse cuenta. Que las medidas del Gobierno están transformando a la sociedad española. Lo que calló fue que esa transformación está siendo para peor. Porque casi seis millones de parados es demasiado peso para que se puede ir sobre ruedas.

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