Radiografía de la casta contemporánea

21/04/2014

Carmela Díaz.

Leo atónita que a pesar de la sucesión interminable de despropósitos, choriceos y corruptelas a los que asistimos sin tregua desde hace unas cuantas legislaturas, las encuestas de intención de voto de cara a las europeas siguen otorgando más de un 60% de confianza al bipartidismo.  Así que osaré a esbozar una breve radiografía de la casta contemporánea, por si sirviera de algo…

Carmela Díaz

Carmela Díaz

Tal y como la política de este país está planteada, con el aparato de los partidos neutralizando cualquier intento de iniciativa ajena, silenciando voces discordantes, la democracia está sobrevalorada. Los que gobiernan luchan por mantener el poder a toda costa, aunque el mandamás sea un inepto de dimensiones considerables, ascendido a los altares por extrañas carambolas del destino, por dedazos casi divinos o por caprichos inexplicables del azar.

¿Los méritos de cualquier cargo público que se precie? Todos los requeridos, nunca reconocidos, en los entresijos, entretelas y entrepaños del poder. Hacer creer al que está por encima de ti que es más listo, más sabio, más guapo y más alto de lo que en realidad es, dejarle meridianamente claro que estás ahí para apoyarle hasta el infinito y más allá, para actuar como su escudero fiel por siempre jamás, convencerle con vehemencia de que no ansías su sillón ni harto de vino, que tus aspiraciones están colmadísimas. Además, es bien sabido que esta casta contemporánea adora rodearse de chupaculos, trepas, arribistas y mediocres que les doren la píldora, les acaricien el lomito y les engorden el ego, evitando a los independientes, a los brillantes y a los que debido a su valía o aptitudes, pudiesen poner en un brete o hacer sombra a cualquier cargo electo de tres al cuarto. Por supuesto, cualquier candidato a ocupar la silla de algún gerifalte de medio pelo, debe ser defenestrado de por vida o enviado a las antípodas hasta la jubilación.

¿Las verdaderas relaciones de los que se presentan como adversarios? Parece que los miembros de la Oposición intentan poner en un brete al Gobierno, ¿verdad? Mentira cochina. Puntualicemos. Todos hacen el paripé con todos para dar sensación de gresca y máxima tensión ante la opinión pública.  Tras esa aparente escenificación de truenos y centellas, una vez abandonada las tribunas de oradores y los focos mediáticos, el follón, jaleo, riña y alboroto de sus señorías torna a palmaditas en la espalda por los pasillos. O a compadreos y cañitas en el Manolo y bares colindantes.

¿Los escándalos? Cuando los implicados son las altas esferas de la administración del Estado, cargos de relevancia institucional, la élite bancaria, judicial o empresarial, suele ocurrir otro fenómeno frecuente. Se trata de una señorial sentada en mesa de alto copete o en escenario sólo al alcance de las billeteras más rebosantes, aderezado por grandes dosis de buenos modales, excelentes viandas y mejores caldos, que culmina con intercambio de favores o trueque de intereses: si no publicas tal información te facilito esta otra aún más jugosa, pero que a mí no me salpica, si dejas en el cajón esa bomba informativa tu grupo editorial saldrá beneficiado, si volatilizas aquellas malditas fotos te duplico -o triplico que todo es negociable según hasta dónde estés dispuesto a ceder- las aportaciones publicitarias, si destruyes ese incordio de prueba serás accionista preferente, si dejas de molestar con esas insinuaciones te concedemos en primicia cuantas informaciones o entrevistas precises durante los próximos meses…  El pastel está en manos de quienes lo amasan en cada parcela de poder, y las porciones se las reparten en función de lo que más les interesa en cada momento.

¿El perfil de los elegidos? Cortaditos todos por el mismo patrón. Descubiertas las pautas de conducta de cualquier mandamás, son aplicables al resto de la casta.  Se creen divinos, especiales, por encima del bien y del mal, tocados por la mano de Dios, pero exceptuando contadísimas excepciones, son tan previsibles como un niño ante una golosina. Si dispones de la capacidad para no dejarte impresionar por la parafernalia del poder y los suficientes huevos para mantener una posición de igualdad ante los que lo ostentan, si eres capaz de tratarlos de tú a tú, los desconcertados acaban siendo ellos.

¿De verdad desean seguir probando de la misma medicina en las próximas elecciones?

¿Te ha parecido interesante?

(+30 puntos, 30 votos)

Cargando...

4 pensamientos en “Radiografía de la casta contemporánea

  1. El problema es que nos siguen tomando por tontos porque los españoles dejamos que nos tomen por tontos sin rechistar ni reaccionar

  2. Que buena esta opinión . Pues seguirá dominando el bipartidismo pero yo seré de los que votare a una formación nueva

  3. cómo se nota que conoces bien la estrategia de los trepas, seguro que pronto encontramos un artículo sobre los «escritores» que tiran de negros para redactar sus libros…

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.