La reforma laboral, el profundo cambio legislativo operado en 2012, también está contribuyendo a frenar los salarios. Además de abaratar el despido, esta reforma dio un vuelco en las normas que rigen la negociación colectiva. Y eso influye en millones de trabajadores que, cada año, negocian con sus patronos las subidas de salarios y otras normas fundamentales que rigen en su puesto de trabajo.

Uno de estos cambios profundos se relaciona con la jerarquía de estas normas. Los convenios colectivos, negociados por empresarios y trabajadores, se publican en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y tienen valor de ley.

La reforma laboral relegó los convenios de sector y dio prevalencia a los pactos negociados al nivel de la empresa. Con ello los sindicatos vieron perder una de sus armas principales, la fuerza de la negociación colectiva. Pero también, arguyen sus defensores, las empresas ganaron la ventaja de poder fijar unos pactos más acordes con su propia situación económica, y no con la del sector.

Dos años después de la entrada en vigor de la ley, los datos reflejan ya el influjo de la reforma laboral sobre la evolución de los salarios. Y los resultados son muy llamativos. Un 40% de los trabajadores (unos 93.000) cubiertos por convenios de empresa pactaron una congelación salarial con sus patronos, según los datos del Ministerio de Empleo para el período de enero a julio. La cifra contrasta con el 18% de trabajadores que también pactaron frenar el crecimiento de sus retribuciones cuando los convenios se negocian a un nivel superior, normalmente en el sector.

“La congelación salarial afecta en mayor medida a trabajadores con convenio de empresa”, subrayan desde Comisiones Obreras (CCOO), una de las centrales cuyo concurso se exigirá a partir de septiembre para negociar, junto a UGT, un nuevo pacto salarial con los empresarios.

Este año, la negociación colectiva ha recuperado el pulso después de la situación de parálisis generada tras la aprobación de la reforma laboral. Sin embargo, a pesar de los 3,5 millones de trabajadores amparados hasta julio por algún convenio colectivo, un 54% más que el año pasado por estas fechas, CCOO pone algún reparo a estas cifras.

Este año ha aumentado la firma de convenios de nueva creación, básicamente de empresa, lamentan desde CCOO. Sin embargo, el número de renovaciones se ha reducido, añaden. Unos datos que el sindicato relaciona con la apuesta del Gobierno por los convenios de ámbito empresarial. Y, como objetivo último, con el objetivo de “inducir una fuerte devaluación de los costes salariales”, remachan.

En conjunto, el alza salarial pactada en convenios de empresa ascendió hasta julio al 0,48%; frente al 0,56% pactado en convenios de ámbito superior, básicamente de sector, según, indican las cifras de Empleo.

Caen las inaplicaciones

La inaplicación de convenios fue otra de las vías elegidas para reformar la normativa laboral. En este caso sin embargo, las cifras indican que se ha mitigado el número de empresas que recurren a estos ‘descuelgues’ del convenio. Así, el número de personas afectadas por estos descuelgues bajó un 45% entre enero y julio en relación con el mismo período del año anterior, hasta los 50.232 trabajadores.

Sin embargo, el número de empresas afectadas descendió de forma menos acusada. Según CCOO, esta disparidad demuestra que son las “muy pequeñas empresas” las que siguen haciendo uso de esta fórmula del descuelgue. Una situación favorecida por el hecho de que los sindicatos apenas tienen presencia en estas microempresas. Lo cual, sentencian, facilita el “fraude y el abuso empresarial”.