Nevada- Asteasu o las aventuras de Atxaga en América

12/09/2014

Daniel Serrano. A los escritores se llega del modo más insospechado y yo he llegado a Bernardo Atxaga mediante su última novela, Días de Nevada, sin haber pasado por la absolutamente imprescindible Obabakoak. Perdonen las molestias.

El caso es que este verano he leído Días de Nevada en el fulgor azul de mis propios días de Formentera y todavía no había tenido tiempo de hablar de mis impresiones de la obra del tan nombrado Bernardo Atxaga, un tipo con una cara tan de buena persona que no entiendo como Ignacio Echevarría se portó así con él.

A lo que íbamos. Días de Nevada es el diario de un profesor en una tierra lejana. La historia de un provechoso destierro académico en familia, allí donde reina el desierto y los alacranes. O cierto tipo de arañas mortalmente venenosas. Que acaban, a veces, en un recipiente de cristal siendo observadas por la mirada turbia del ser humano. Quién da miedo a quién.

Días de Nevada es una novela o diario en el que suena la voz de Atxaga, esa voz de buena persona, ese modo de contar lo cotidiano y hacer que lo cotidiano nos parezca hermoso a ratos, terrible otras veces, una intriga endiablaba en ocasiones.

O sea que esta novela o diario lo mismo es un thriller con un asesino que anda suelto por Nevada matando adolescentes que un regreso a los días de infancia y juventud en Asteasu o la divagación por la divagación acerca de curiosidades del territorio de Nevada. Y también se habla de la huella vasca en Estados Unidos, lo cual resulta muy (pero que muy) interesante.

Este es uno de esos libros que abre puertas y nos conduce a otros libros. Porque queremos saber más de Paulino Uzcudun, nacido en Guipúzcoa y en los años 20 del siglo XX púgil de relumbrón a lo largo y ancho de USA.

¿Y qué nos queda de Días de Nevada? Haber pasado un buen rato, que es mucho más de lo que puede decirse de una ingente cantidad de libros.

Me refiero a que no espere el lector cargas de profundidad porque Días de Nevada no es sino la escritura como el discurrir de los días, recuerdos de cuando enterramos a padre, la aldea y los árboles, las leyendas de los indios y de los pioneros, cómo una familia vasca sobrevive en un lugar tan raro como Nevada. Y se sobrevive bastante bien porque, al final, hay gente buena en todos lados, tal y como se deduce de esta novela o diario.

Aunque ya hayan pasado unos meses desde su publicación (qué quieren, no puedo estar al día con tanto presentador de televisión a quien leer) merece la pena ir en busca de Días de Nevada.

Bernardo Atxaga escribe muy bien (en euskera supongo que aún mejor). Y ahora lo que me toca es acudir a mi librero de cabecera y que me busque una edición de Obabakoak para que pueda ejercer de activista cultural y persona leída con la cabeza bien alta.

 

¿Te ha parecido interesante?

(+5 puntos, 5 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.