Sin dejar pasar demasiado tiempo en negociaciones, Telefónica y Vivendi han suscrito este viernes, 19 de septiembre, el acuerdo anunciado el 29 de agosto que supone la compra por la compañía española de GVT, filial de la francesa en Brasil por 7.200 millones de euros. El pacto final incluye que parte del pago por esta adquisición se abone con acciones de Telecom Italia, el 8,3% de las acciones con derecho a voto (más del 5% del capital social).

La transacción está pendiente de que sea aprobada por las autoridades de la competencia brasileñas, Cade y Anatel. Se dan las circunstancias que, si bien el grupo que preside César Alierta se consolida como el líder en el mercado de las telecomunicaciones de Brasil, cumple con esta transacción una de las condiciones fijadas con anterioridad por las citadas instituciones: que Telefónica no estuviese presente en TIM, la filial de Telecom Italia en ese país.

A cambio la operadora española pagará en metálico 4.663 millones de euros, además del 12% de las acciones de Telefónica Brasil, después que GVT  se integre en esta sociedad. Telefónica cifra en 4.700 millones las sinergias en Brasil que obtendrá con  la integración. La operación no eleva el apalancamiento de la operadora española ya que la transacción se financiera a través de una ampliación de capital de Telefónica Brasil.

Y ¿qué aporta GVT a Telefónica Brasil? La todavía filial de Vivendi -la operación está previsto que se materialice en 2015- cuenta una red de alta generación en 10,4 millones de domicilios, más otros 2,5 millones de banda ancha (en el estado de Sao Paulo). Está presente en 21 estados.