La resurrección de MINI era una apuesta arriesgada, pero visto el atrevimiento de diseñadores y responsables de la marca pocas cosas sorprenden ya.

En todo caso, hasta ahora había versiones de tres puertas, biplaza coupé, descapotables, todocamino e incluso SUV coupé. Pero faltaba la que probablemente mucha gente echaba en falta: un MINI de 5 puertas y otros tantos asientos que supliese las incomodidades del tradicional.

Dicho y hecho. Sobre la base del nuevo y más grande MINI le han dado una vuelta de tuerca al diseño y han «sacado de la chistera» una inédita versión de cinco puertas que va a conquistar a más de uno.

Hay que señalar que si la última versión MINI ya crecía ofreciendo más espacio a los pasajeros y manteniendo las características propias que le han hecho famoso, la nueva de cinco puertas, con 72 mm más de hueco interior lo mejora y, sobre todo, aún sin las mejores puertas traseras del mercado (son pequeñas) permite un acceso lógicamente más favorable a las plazas traseras.

Con un mletero correcto

Además ha aumentado la altura en 15 mm y la anchura en 61, y aunque sigue sin ser un coche para cinco adultos, en caso necesario entran; por ejemplo tres niños caben detrás perfectamente. También el maletero gana capacidad, y con 278 litros no pasa por el hueco testimonial de otras versiones.

Por diseño la nueva versión sigue siendo cien por cien MINI, aunque los puristas lo cuestionen. Y es que si hay algo que agradecer a sus responsables es que la nueva variante exhiba los ragos más icónicos del genuino, lo que no era fácil.

Pese a los nuevos ajustes de suspensiones y dirección, el nuevo 5 puertas mantiene el inconfundible toque kart de la marca. El chasis se siente firme y la dirección directa, pero ha perdido algo de la emoción que transmitían las versiones de tres puertas.

Respecto al aspecto interior, el nuevo 5 puertas es como el último MINI de tres. Conserva ese aire retro minimalista pero mejorado con respecto a versiones anteriores con innumerables opciones y las últimas tecnologías de infoentretenimiento.

De inicio se van a vender cuatro motores: dos de gasolina y otros tantos de gasóleo, todos TwinPower Turbo con arranque y parada automáticos. Los primeros son el Cooper de tres cilindros que obtiene 136 CV con un consumo de 4,8 l/100 km y una punta de 207 km/h.

El segundo ya son palabras mayores: el cuatro cilindros de 192 CV en versión Cooper S, con 6 l/100 km de gasto combinado y una máxima de 232 km/h.

En diésel parte del Cooper D, también tricilíndrico y de solo 3,7 l/100 km; alcanza 203 km/h. El segundo es el Cooper SD, que con 4 cilindros ya ofrece 170 CV gasta 4,3 l/100 km y alcanza 225 km/h. Y todo sin apurar el cambio de seis marchas, de serie manual y como opción automático Steptronic con levas en el volante.