Las claves para la recuperación de la industria del calzado nacional son principalmente la apuesta por la calidad y la internacionalización de las empresas del sector, que además «vuelven a crear empleo», según ha señalado Ignacio Ramos, responsable de retail de Hays.

La competencia asiática obligó al sector a reinventarse y la clave fue fabricar calidad y no cantidad, hasta el punto de que hoy hay muchos empresarios chinos interesados en invertir en empresas de calzado españolas ya sea comprándolas o entrando en su capital.

Por su parte, la Comunidad Valenciana, con el 53% de la producción, seguida de La Rioja y Castilla La Mancha son las regiones que mejor han entendido estas claves para ofrecer una relación calidad precio que permite competir en el mercado internacional.

Las exportaciones a la Unión Europea representan el 74% de la facturación exterior, lo que supone 104 millones de pares por valor de 1.682 millones de euros.

Por mercados, Francia es el primer comprador con el 21% de la cuota total de exportación, seguido de Italia, que compra 15,2 millones de pares de zapatos, mientras que España sólo les compra 6 millones, y el tercero Alemania. Por otro lado, el 75% del calzado que se consume en España se fabrica en China.

La internacionalización, una de las claves

Otra de las razones del buen momento que atraviesa el sector se debe, según Hays, a que las grandes marcas de moda españolas incorporan el calzado en sus colecciones. «Para ellas es muy importante la fabricación de proximidad, que les permite flexibilidad y una capacidad de reacción imposibles si fabricaran en China», ha señalado Ramos.

«Las empresas se han profesionalizado, han mejorado la gestión, se han internacionalizado y tienen una fuerte presencia en más de 170 países, con tiendas propias con franquicias, en tiendas multimarca o en grandes almacenes», ha indicado el responsable de ‘retail’.

Por otro lado, el informe desvela que los perfiles profesionales más demandados son diseñadores y artesanos. «Los fabricantes echan en falta aquellos profesionales veteranos, ya jubilados, que sabían trabar las hormas y controlaban todo el proceso de fabricación», ha subrayado, mientras que crece la demanda de compradores comerciales, responsables de logística y expansión internacional.