El ministro de Economía, Luis de Guindos, en alianza con el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha iniciado la revisión de todas las operaciones sospechosas de Cajamadrid y Bankia, según recoge el diario Hispanidad.

Ninguno quiere que les lleven a los tribunales acusados de malversación de caudales públicos.

Parece que lo de las tarjetas es solo una cortina de humo para desviar la atención del otro asunto.

Fue Bankia quien descubrió el uso fraudulento de tarjetas y ahora la entidad será de nuevo la que investigará si hubo créditos espurios a amigos, compañeros de partidos, a los propios partidos políticos, a la familia, etc.