El ministro más optimista de Mariano Rajoy, el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, acaba de pasar el primer trámite de las cuentas públicas para 2015: nada más y nada menos que doce enmiendas a la totalidad. Una cantidad para la que no existen precedentes en el Congreso. Y no hubo pleno de los partidos de la oposición, por su socio de Gobierno, UPN, Unión del Pueblo Navarro.

Es lo que tiene la mayoría absoluta, que todos los partidos, menos el que ganó las elecciones, estén en contra del optimismo con que Montoro ve la economía española en 2015, y no sirva para nada.  Siempre he estado en contra de la mayoría absoluta porque, antes o después,  los ciudadanos debemos pasar por ruedas de molino sin beberlo ni comerlo. Pero como ha quedado demostrado la democracia no es un sistema perfecto.

No se puede basar unos presupuestos, con la que sigue cayendo, en las cifras de la «esperanza». Montoro no convenció a nadie de la oposición para que retirara su enmienda a la totalidad, porque la recuperación económica que el ministro ve tan clara está cogida con alfileres y no depende de nosotros -la Bolsa hace poco lo ha demostrado- ni se puede apelar a la responsabilidad para salir de la crisis, con unas cuentas públicas que miran más a Alemania que a España.

Precisamente el optimismo que rebosan los Presupuestos del año que viene fue ampliamente criticado por todos los partidos, a excepción del PP, evidentemente. Todos coincidieron en ver más el interés del PP ante las inminentes elecciones que se avecinan que el interés en sacar a los españoles de la calamitosa situación en la que se encuentran.

Y es que bajo el paraguas de pagar menos impuestos, cosa que no es cierta porque está previsto un incremento de la presión fiscal para el año que viene, el PP promete oros cuando lo cierto es que recogen más de lo mismo: austeridad, profundización en la desigualdad y recortes… por mucho en que Montoro se empeñe en ponerles el apellido de la «consolidación», «recuperación» y «creación de empleo». Claro que los compromisos de Montoro ya los conocemos… Es uno de los ministros que más nos ha mentido. Y todo comenzó cuando prometió en campaña que no subiría los impuestos. Desde que los subió a los pocos meses de sentarse en su despacho de Hacienda me cuesta creer nada de lo que dice.

Que le presenten doce enmiendas a la totalidad y que salga victorioso, gracias a la mayoría absoluta, hasta le da alas….