Así se las gastaban en la Comunidad de Madrid

28/10/2014

Carmela Díaz.

PP MadridLes voy a contar una historia que conozco muy bien por ser testigo directo de la misma. Les abrirá los ojos respecto a cómo ha funcionado la política en la Comunidad de Madrid en la última década (por si algún despistado a estas alturas todavía necesita un empujón en esto de descubrir mucha mierda entre los gerifaltes patrios). Es un cuento de terror que tiene como protagonista al recién detenido alcalde de Collado de Villaba, Agustín Juárez.

Los hechos ocurrieron en 2007 (por aquellos tiempos Francisco Granados todavía no  cacareaba corruptelas ajenas en tertulias de postín, se dedicaba a otros menesteres más lucrativos). Tras varias legislaturas de hegemonía socialista en esa localidad madrileña, los populares por fin se encontraron bien posicionados para disputarle el consistorio al PSOE. Se trataba de un grupo de ciudadanos honestos, ilusionados, unidos, que llevaban varios años trabajando duro para conseguir esa meta. Estaban capitaneados por un tipo con un puestazo -y un sueldazo- en la capital, vecino de Villalba, que no solo no necesitaba la política para vivir -menos para trincar- sino que ponía dinero de su bolsillo para acometer una campaña digna. Un buen hombre cuya candidatura había recibido el respaldo del 98% de los militantes villalbinos. Cuando más alta estaba la intención de voto a su favor, a menos de dos meses de las elecciones y con la lista ya elaborada -lista que incluía a todo el equipo que curró sin descanso a su lado durante años- recibió una llamada de los mandamases populares madrileños. Parece ser que Esperanza Aguirre -quien ayer negaba conocer al susodicho con el que aparece en la foto que ilustra esta columna-, la actual cazatalentos que fichó a todo un plantel de delincuentes a su vera, tenía gran interés en incluir entre los cuatro primeros puestos de esa lista a un tal Agustín Juárez de Coca, alguien de quien no había oído hablar ni Blas.

Carmela Díaz

El candidato oficial se negó en redondo a que un perfecto desconocido, un personaje que ni colaboró en los tiempos difíciles, ni había aportado idea alguna, ni arrimó jamás el hombro, ni nada de él se sabía, dejase fuera a un miembro de su equipo.  En un ejercicio de lealtad hacia los suyos antepuso el mérito de los que habían construido esa candidatura al dedazo de Génova.

Ignacio González, del clan de Ildefonso de Miguel de toda la vida, heredero de la Presidencia de la Comunidad, le presionó sin piedad durante un mes largo para que cambiase de opinión: el tal Agustín Juárez debía ocupar los primeros puestos de la lista por dedazo. ¿Quién se había creído ese iluso para entorpecer la entrada por la puerta grande del enchufado de turno?  La negativa de aquel candidato a tener que prescindir de la gente de Villalba que se había dejado la piel, de cualquiera de ellos, a favor del outsider desembocó en su renuncia. Para entendernos: o renunciaba o le cesaban. El PP prefirió entonces dejar escapar una posible victoria en la alcaldía de Villalba a cambio de imponer por cojones en esa lista a un niño mimado de Aguirre.

El honrado excandidato leal a su equipo abandonó la política y ejerce en la actualidad de exitoso hombre de negocios. Agustín, el protegido del aparato, al que finalmente presentaron como candidato a la alcaldía de Villalba en las últimas elecciones, fue detenido ayer en la operación Púnica. Una operación llevada a cabo por la Audiencia Nacional, la Fiscalía especial contra la corrupción y la Guardia Civil  contra una trama de corrupción municipal y regional infiltrada en varios ayuntamientos y autonomías. Los delitos que se investigan son blanqueo de dinero, falsificación de documentos, delitos fiscales, cohecho, tráfico de influencias, malversación de caudales, prevaricación, revelación de secretos, negociaciones prohibidas a funcionarios, fraudes contra la administración y organización criminal.

Si en una localidad madrileña de 50.000 habitantes se las gastan así ¿pueden imaginar lo que se ha cocido en las más altas cúpulas del poder? Juzguen ustedes mismos.

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3 pensamientos en “Así se las gastaban en la Comunidad de Madrid

  1. Doy fe del relato sin cambiar una coma. Aunque las pullas a Aguirre, Gonzalez y Granados son cosechas 100% de Carmela.

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