En uno de esos mensajes subliminales que tanto gustan en el Banco Sabadell, la presentación de resultados del tercer trimestre terminaba con tres imágenes de su hombre-anuncio, el tenista Rafa Nadal, y una idea: “El cambio no viene por sí sólo, tienes que propiciarlo”. Precisamente, la página anterior mostraba tres urbanizaciones, una de ellas en Barcelona, en la que las 31 viviendas puestas en venta (y cuya entrega está prevista para el cuarto trimestre de 2015) se reservaron en un día.

En medio de un repunte en los préstamos a pymes (el crédito neto a empresas sube el 2,6%, y la nueva producción, el 25%) y de reducción de la tasa de morosidad por tercer trimestre consecutivo (hasta el 12,92%, con 1.073 millones de euros menos de saldo de dudosos), con más ventas de activos problemáticos pese a ofrecer descuentos un 6% inferior a los de 2013 (en septiembre se han superado en un 10,3% los objetivos: 1.876 millones de euros sobre 1.700 millones previstos), la nueva producción de hipotecas aumenta el 63%. Y el volumen, a septiembre, supera ya la lograda en todo 2013.

Jaime Guardiola, consejero delegado del Sabadell, destaca el “cambio de tendencia en el mercado hipotecario”, que se refleja en el crecimiento de la nueva producción y en que el importe medio de los créditos se sitúa al alza. También aumenta el número de inmuebles vendidos por encima de los 100.000 euros: del 26% de septiembre de 2013 al 42% este año. Y crecen las ventas desde el balance del promotor. Y las ventas a particulares con financiación del Sabadell pasan del 29% al 45% en el mismo período.

También se percibe ese cambio de tendencia en el incremento en el número de transacciones, con subidas de precios en casi todas las comunidades autónomas, con la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana a la cabeza.

Guardiola descarta que estalle una guerra de hipotecas, ni en precios ni en relajación del análisis previo o de los requisitos, ya que la banca española ha aprendido la lección de la crisis y existe un mayor acento en la calidad del riesgo “en todos los créditos”.

 Cinco trimestres de margen creciente

El Sabadell es “el único banco español, y uno de los 15 en toda Europa, que no ha tenido que efectuar ajustes de activos por el análisis de calidad de activos, el AQR”, destaca Guardiola, que resalta que el examen del BCE y de la EBA supuso la tasación de más de 1.500 activos inmobiliarios y la implicación de más de 250 profesionales del banco de las áreas financiera, riesgos, operaciones, tecnología, asesoría jurídica y auditoría durante 11 meses. El banco «no descarta ninguna operación» tras aflorar una docena de entidades financieras con problemas en la Eurozona.

De los resultados, el consejero delegado del Sabadell subraya los cinco trimestres de crecimiento del margen de intereses, 25,3% hasta septiembre. Las comisiones han aumentado el 14,5%% por la mayor actividad. Y la ratio de eficiencia celebra cuatro trimestres de mejora, hasta el 54,7%.

Los recursos de clientes en balance suben el 6%. Y fuera de balance, llama la atención el 46% de incremento en fondos de inversión. La baja rentabilidad de los depósitos ha servido para canalizar al cliente hacia productos “con mayor aportación al margen”.

 Cataluña: escenario de acuerdo

Guardiola no se ‘escabulló’ de las preguntas conflictivas. Sobre Cataluña, insiste en que el Sabadell no contempla otro escenario político en Cataluña que un acuerdo entre los Gobiernos catalán y español. «Nos movemos solamente en este escenario. A todos nos interesa que haya un acuerdo porque los efectos de todo tipo de un acuerdo son siempre mejores», argumenta el consejero delegado del Sabadell, que reconoce que los inversores internacionales preguntan por la situación política en Cataluña. Y deja muy claro que el banco «tomará las decisiones adecuadas para servir a los clientes y cumplir con los accionistas y empleados».

Sobre la propuesta de Podemos de nacionalizar la banca, Guardiola cree que ésta debe explicar cuál es su papel en la sociedad, para evitar «un exceso de populismo». «Los beneficios de los bancos en términos absolutos suenan muy grandes, pero detrás de 1.000 millones de euros de beneficio hay 10.000 millones de capital invertido, y  los niveles de rentabilidad son sólo del 4%, muy lejos a los de a otros momentos económicos», subraya el consejero delegado del Sabadell.