NiMÚ Bistró.  Este nuevo restaurante ha aprovechado toda la experiencia del equipo que trabajaba en el hotel Adler para crear un estupendo espacio gastronómico donde prima la cocina de mercado. Nos encontramos ante una carta de platos mediterráneos clásicos con un acertado toque creativo, pero sin pasarse, y unos materiales de primera calidad. Deliciosos los niguiri de huevo de codorniz y trufa (atención al detalle de las minidosis de soja al gusto), cremosísima y en su punto la ensaladilla rusa con carabineros, muy logrados los churritos de pollo con mostaza y miel, fabulosa y abundante la ensalada de tomate con ventresca, el steak tartar o los tacos de atún macerados. Los amantes de los platos consistentes no deben perderse los callos o la cazuelita de garbanzos con gambas. Y para finalizar, los más golosos tienen que probar la fina tarta de manzana horneada al momento.

Ofrecen dos propuestas interesantes  ideadas para los muy carnívoros: solomillo de buey a la sal con una botella de Luis Cañas (30 euros por persona) y chuletón de buey del norte con una botella de Marqués de Murrieta (33 euros por persona).

Además de los sabrosos platos, el ambiente es cálido, tranquilo, sugerente, a media luz y el local dispone de pocas mesas, lo que garantiza cierta intimidad para cenas especiales.  Lo mejor viene con la llegada de la cuenta. Un precio ajustado para un establecimiento con encanto, servicio atento, mejor cocina y en pleno corazón de la calle Goya.

Restaurante Caray. Situado en la esquina del Gran Meliá Fénix, en Hermosilla 2, el restaurante Caray cuenta al frente de sus fogones con Miguel Ángel Román, prestigioso cocinero y propietario de todo un clásico madrileño como La Montería. El recién inaugurado restaurante ofrece una carta basada en una cocina tradicional con una selección de los productos más frescos del mercado y con toques de autor. En total, Román nos propone un total de 30 platos donde se pueden saborear, entre otras especialidades, gambas gabardina invertidas, risotto de seta, rape con arroz y zamburiñas, merluza con tirabeques y carabinero, croquetas de ortiguillas, milhojas de remolacha, queso y anchoas, lascas de mango, foie y crujiente…  La carta presta especial atención a los productos de caza, entre los que destacan el tartar de ciervo, el solomillo de venado con vino y foie, la perdiz al curry con chutney de mango, la ensalada templada de perdiz o la cecina de ciervo con pesto de cherry.

Pero lo que más impresiona del local es la decoración. Mucho glamour por metro cuadrado. Caray está diseñado por Lorenzo Castillo, uno de los mejores interioristas del mundo, quien ha sido capaz de plasmar su huella en cada rincón. La elección de las telas, los colores, la combinación de materiales, el mimo por cada detalle… Destaca la espectacular barra para disfrutar de un buen cóctel o de un refrescante gin-tonic.