Un buen plan para cualquier fin de semana o en las vacaciones de Navidad: visitar la exposición dedicada a uno de los referentes tecnológicos de la Historia, el genial Nikola Tesla, en el Espacio Fundación Telefónica. Un científico (sí, un poco loco y extraño) al que debemos mucho. Gracias a él tenemos luz en las casas y podemos enchufar y recargar todos nuestros aparatos. Inventó la electricidad. Tuvo una visión cuando estaba acariciando a su gato, el animal desprendía chispas (por la corriente estática) y eso encendió su imaginación para investigar. Así que debemos este gran adelanto a un minino (y no a Edison, quien se apropió de varios descubrimientos de Tesla).

Tampoco Marconi es el padre de la radio. La Corte Suprema de Estados Unidos falló a favor de Tesla después de más de 40 años de litigio entre los dos científicos y pocos meses después de que falleciera Tesla en la habitación 3327 del hotel New Yorker. Hoy, si se pregunta, todavía se le atribuye más a Marconi. Porque Tesla ha sido uno de los grandes genios olvidados. Una figura reivindicada en la exposición, como pionero de la robótica, las armas teledirigidas, las energías alternativas, la transmisión inalámbrica de electricidad y otros muchos inventos. «Es ante todo un innovador, un hito fundamental en la historia de la innovación», dijo María Santoyo, comisaria de la exposición, durante la presentación. «Hemos querido explicar el fenómeno cultural en el que se ha convertido Tesla».

Miguel Ángel Delgado, el otro comisario, resalta del genio su capacidad de inspirar a creadores artísticos. Personaje del libro El palacio de la luna de Paul Auster, de la película The Prestige de Christopher Nolan o de Los Simpson, ilustrado en grafitis, cuentos y tatuajes, en letras de canciones y coreografías hip hop… «Su figura demuestra que el proceso de invención tiene mucha conexión con la creación artística», afirmó Delgado.

La exposición muestra a Tesla en diferentes bloques que recorren sus descubrimientos, su vida en Nueva York, sus objetos personales, la torre Wardenclyffe y la witricidad (electricidad inalámbrica), sus vaticinios y perfil visionario y todo lo que ha inspirado en la cultura popular. En la zona de inventos, el visitante interactúa con los aparatos y esto ayuda a comprender los conceptos y cómo funcionan los ingenios. Otro espacio está dedicado a inventores españoles relevantes (y singulares) y también olvidados: Mónico Sánchez, Leonardo Torres Quevedo, Julio Cervera Baviera, Juan García Castillejo y Clemente Figuera.

Es una de las exposiciones más grandes sobre Tesla, gracias a todo lo que proviene del Museo Nikola Tesla de Belgrado. Algunas piezas es la primera vez que salen de Serbia. También refleja el lado elegante del genio, (ayudaba el porte de dos metros de altura), con algunas prendas y accesorios expuestos. Siempre vestía impecable y era exageradamente limpio. A las mujeres les encantaba y era muy célebre en la sociedad neoyorquina. Entre su amigos famosos, el escritor Mark Twain, la actriz Sarah Bernhardt y el magnate John Jacob Astor, quien podría haber financiado algunos de los proyectos Tesla si no hubiera muerto en el accidente del Titanic.

Como recuerdo y complemento de la exposición «Nikola Tesla. Suyo es el futuro», al salir de ella puede adquirirse un librito con sorpresa tecnológica, la Teslapedia: explica algunas partes con  Realidad Aumentada, es decir, con solo acercar la tableta o el smartphone a la páginas se activa un vídeo o imagen animada con más información (antes es necesario descargarse una app gratuita). Un regalo perfecto para los más pequeños de la casa, no solo por su afán didáctico, sino también por la magia de esta tecnología. Está editado por Turner.

En paralelo a la muestra, se proyectan películas y se desarrollan talleres, charlas y otras actividades (los horarios se encuentran en la web del Espacio Fundación Telefónica). La exposición, para todas las edades, es gratuita y permanecerá abierta hasta el 15 de febrero.