Las empresas españolas llevan cuatro años desapalancándose, reduciendo su elevado nivel de endeudamiento. Su deuda bruta se ha reducido más de 25 puntos del PIB desde el máximo alcanzado en 2010, hasta el 108% en el segundo trimestre del ejercicio en curso, según datos de ‘la Caixa’ Research. Según estimaciones de la Comisión Europea, la deuda empresarial debería reducirse unos 10 puntos adicionales para alcanzar niveles sostenibles.

Muchas empresas aún se encuentran sobreendeudadas. Lo que demuestra que no todas han hecho el mismo esfuerzo ni con la misma intensidad. Las pequeñas y medianas empresas (pymes) han reducido su ratio de apalancamiento (que mide el peso de la deuda sobre los fondos propios) en 49 puntos desde 2008. Las empresas más grandes lo redujeron en 15 puntos.

Las pymes que en 2008 estaban más endeudadas son las que más esfuerzo han hecho: 130 puntos de reducción de su ratio de apalancamiento. Esta ratio apenas se había reducido para las empresas que estaban menos endeudadas. En cambio, las empresas grandes, incluyendo las más apalancadas, apenas han reducido su ratio desde 2008. Concusión: “las pymes, cuya actividad económica y sus fuentes de financiación externa están en general poco diversificadas, han llevado a cabo la mayor parte del ajuste”.

En 2008 las pymes españolas tuvieron unas ratios de apalancamiento muy similares, o incluso inferiores, a sus homólogas europeas. Desde entonces, el desapalancamiento de las pymes ha sido un fenómeno generalizado en Europa. La mayor caída de la ratio se observa entre las pymes alemanas, que la han reducido en 57 puntos de media, y en 140 puntos las que estaban más endeudadas.

En España, no todos los sectores empresariales se han desendeudado al mismo ritmo. En el segmento más endeudado, la construcción, que alcanzó niveles del 241% en 2008, ha sido uno de los sectores que más reducido su ratio de apalancamiento. Las pymes de otros sectores, como la hostelería y restauración, tienen una ratio de apalancamiento similar a la de 2008. Ello refleja que en estos sectores pocas empresas estaban sobreendeudadas y, por tanto, su necesidad de desapalancarse ha sido menor.

“Aquellas empresas que se endeudaron excesivamente en la época del boom deben seguir el proceso de desendeudamiento. Pero otras con balances más saneados ya tienen capacidad crediticia para volver a invertir”, subraya el informe del Servicio de Estudios de ‘la Caixa’.

Por otra parte, ya se observan también los primeros signos de que el crédito a las pymes se está reactivando. Los nuevos créditos concedidos a empresas por un importe inferior a 1 millón de euros acumulan un crecimiento del 7,4% en lo que va de año. Parece, pues, que “el grueso del arduo proceso de desapalancamiento de las pymes ya se ha producido y podría estar acercándose a su fin”, concluye el informe.