En las películas americanas de súper héroes, éstos visten traje pegado al cuerpo (tienen el cuerpo bien moldeado que se lo permite, evidentemente), algunos llevan antifaz, otros capa y todos son fuertes como el acero. En la película española de actualidad, el súper héroe, (aunque hay muchos en otras categorías como los abuelos que estiran la pensión para alimentar a la familia, por ejemplo) no tiene horarios (como buen héroe), va acumulando tickets para presentarlos como gastos (tampoco os creáis que se pueden presentar tantos gastos), hace encaje de bolillos con los gastos fijos, se acuerda de Panete y de su familia cuando llega la cuota mensual (que siempre llega en mal momento) y es un experto perseguidor de empresas/personas que le deben facturas. Sí, hablamos del autónomo. Yo sé mucho de autónomos, que para eso lo soy desde 2008. Por eso me he sentido identificada y me he reído mucho, lo cual está muy bien porque reírse es una catarsis, con la obra Autónomos la guía definitiva, publicada por Blackie Books. Aunque el título no está muy logrado (siempre he desconfiado de aquellas guías definitivas de lo que sea…), le aseguro que empezará a reírse casi desde el primer párrafo. Pero no solo hay risas aseguradas (este Gobierno debiera agradecer que canalicemos nuestra ira escribiendo, votando a Podemos o riéndonos, o todo a la vez, en vez de ir a quemar calles) sino muchísimos datos. Y sobre todo, que para eso lleva la palabra guía en el título, mucha información en el caso de que usted, oh pardillo/a, esté planteándose convertirse en un autónomo.

En esta guía aprenderá que el autónomo no está bien visto ni por la izquierda ni por la derecha. Que es un pringao. Que no tiene horarios (aunque ojo, gestiona su tiempo libre como desea, si es que lo tiene). Que paga sus impuestos (y bien). Que no defrauda tanto como él quisiera (o como otros le atribuyen). Quizás incluso no defraude nada, si acaso, a él mismo cuando se mire por la noche en el espejo. Que cada factura es un Vietnam. Que algunas empresas, por la regla 33, no pagan en agosto (aunque el autónomo sí haya trabajado). Etc etc etc. Pero, ¿ser autónomo tiene alguna ventaja? Pues mire, pocas, muy pocas. Salvo la de tener un trabajo muy variado (a veces demasiado) y la de poder escoger los proyectos en los que uno se involucra.

Una vez me plantearon si me gustaría volver a trabajar en una oficina. Recuerdo que mi interlocutora me dijo: “Aunque es mucha presión, tener a un jefe o varios encima todo el día”. Recuerdo que contesté: “Chica, presión es que solo tengas un ingreso fijo, de menos de 600 euros al mes, y que te llegue a la cuenta casi a finales de mes”.

Si es usted autónomo no aprenderá nada nuevo con esta guía pero sí le garantizamos que pasará un buen momento (lo cual, dadas las circunstancias de este país, no es moco de pavo) y además, dejará de sentirse solo en la soledad de su hogar. No tema: hay otros y otras como usted, en las soledades de sus hogares. Y las penas, compartidas, son menos penas. Ánimo.