Un sector tan relevante en la economía pero que está pasando por horas bajas desde hace 6 años, después de la euforia de principios de siglo. Parada como ha quedado la construcción de nuevas viviendas, la rehabilitación es considerada por muchos como una salida natural para un sector tan castigado en diferentes frentes. La contratación de trabajadores en rehabilitación generaría IRPF a la hacienda pública y le reduciría el gasto en prestaciones por desempleo; a la Seguridad Social le aumentaría los ingresos por la vía de las cotizaciones sociales de los trabajadores, y finalmente, la rentas del trabajo aumentan el consumo, con los multiplicadores que ello conlleva en impuestos directos e indirectos, y es que la rehabilitación de edificios es muy intensiva en mano de obra y tiene unos efectos multiplicadores importantes sobre el resto de la economía.

En Cataluña, prácticamente la totalidad de las empresas de la construcción son pymes (99,9%) que ocupan el 94,8% de los trabajadores y generan el 88,6% de del VAB del sector según los datos del último Anuario de la pyme catalana.

La rehabilitación es un tipo de actividad con un gran potencial para actuar de manera contracíclica en el sector de la construcción, ya que el mantenimiento y la modernización de edificios y viviendas son una necesidad prácticamente constante, y también porque exigen unas inversiones relativamente pequeñas en  momentos en que se viven mayores dificultades económicas y crediticias La patronal entiende que la rehabilitación es una actividad que resulta clave para modernizar el parque de edificios de cualquier país y para mejorar las condiciones de vida de los que los habitan. Seguridad, accesibilidad y eficiencia energética dan sentido a la rehabilitación y hacen una actividad de interés público.

PIMEC, a través de este informe, en el que ha colaborado el Gremio de Constructores de Obras de Barcelona y Comarcas, propone un programa de apoyo plurianual a la rehabilitación por importe de 500 millones de euros.

Suponiendo que la administración subvencionara el 50% del importe de la rehabilitación de edificios y que el porcentaje de inversión inducida sobre el total de inversión acogida al programa fuera del 60%, el programa propuesto, de 500 millones de euros, tendría tres consecuencias principales: la generación de 19.000 puestos de trabajo (11.400 de directos y 7.600 indirectos), un coste 0 para la administración (el programa generaría 508 millones de euros frente a los 500 invertidos) y un aumento de un 13% del VAB actual de rehabilitación.