El estudio realizado por la escuela de negocios helvética IMD por encargo de la Generalitat, sitúa también a Cataluña en la posición 38 en un ranking de 60 economías de todo el mundo (61 incluyendo Cataluña). Además, el informe apunta que si Cataluña se situara como país en la media de las variables con valores más bajos, podría situarse en el puesto 27, en una posición similar en Francia y Bélgica. Naturalmente, el informe ha sido motivo para que el gobierno de la Generalitat saque pecho. Así lo ha hecho el consejero de Empresa y Empleo, Felip Puig, en la presentación de los mencionados resultados.
El informe, que desde hace 25 años elabora el centro de investigación de la escuela suiza de negocios IMD, analiza la capacidad de las economías de 60 países para crear prosperidad. Lo hace en base a 300 datos estadísticos y de encuestas a profesionales. El estudio agrupa los indicadores en 4 bloques: resultados económicos, eficiencia gubernamental, eficiencia empresarial e infraestructuras.

Según el consejero Felip Puig «el estudio que hemos encargado al IMD World Competitiveness Center quiere ser una radiografía objetiva, independiente y homologable de la competitividad de nuestra economía». El titular de Empresa y Empleo ha destacado que «gracias a este estudio sabemos hoy qué posición, en el marco de la economía global, ocupa una economía regional como la catalana».

En cuanto a los indicadores económicos, Cataluña ocupa la posición 52. Estos indicadores se basan en datos estadísticos de 2013 relacionados con el mercado de trabajo, el índice de paro (en especial paro juvenil) y la duración del mismo. Son indicadores que reflejan la situación económica y en este periodo están influenciados por la crisis. Sin embargo, el bajo riesgo de deslocalización productiva y de servicios, los ingresos del turismo y la diversificación de las exportaciones, aparecen en el estudio como factores positivos para la competitividad de la economía catalana.

Analizando los indicadores que marcan la eficiencia gubernamental, Cataluña se situaría en la posición 43. En este ámbito se detectan necesidades de reformas estructurales relacionadas con la transparencia, la corrupción, la burocracia, las barreras de inicio de actividad económica. Dentro de este mismo apartado, el informe destaca que Cataluña se situaría por encima de la media en igualdad de oportunidades, cohesión social, políticas de igualdad de género y presencia de la mujer tanto en el ámbito privado como en el público.

La eficiencia empresarial situaría la economía catalana en el lugar 33. El Informe hace especial mención a la buena posición de Cataluña en materia de productividad global y laboral, la disponibilidad de la mano de obra y el entorno favorable a la actividad empresarial. Los puntos débiles de este ámbito son los relacionados con el acceso a la financiación empresarial, la formación y el aprendizaje.

Con respecto a los indicadores de infraestructuras (activos físicos y activos intangibles como la sanidad, educación y medio ambiente) Cataluña se encuentra en el puesto 29 dentro del grupo de los países occidentales. Destaca la buena posición de Cataluña en los indicadores de salud, enseñanza y medio ambiente. Como puntos débiles aparecen el acceso al agua ya materias primas, el suministro de energía, la calidad del transporte aéreo, la logística y el nivel de infraestructuras.

El titular de Empresa y Empleo ha recordado también que los retos claves que apunta el informe, coinciden con la hoja de ruta del Gobierno catalán: «dirigir la reindustrialización, consolidar la internacionalización, disponer de sistemas efectivos de innovación y tecnología a las pymes, reducir la carga administrativa en la actividad económica y promocionar el papel de Cataluña como hub para el sur de Europa».