A los políticos se les llena la boca de promesas-mentiras cuando nos acercamos a unas elecciones. Y en 2015 va a habar mucho paso por las urnas: autonómicas, locales y a finales de año hasta generales. Así que vuelta a empezar. Rajoy ya a empezado a querernos bajar los impuestos, ahora que nos los acaba de rebajar un poquito.

No nos dejemos engañar. Que no nos traten como si fuéramos niños, por no decir tontos. Aún resuenan los ecos de la anterior campaña electoral, aquella en la que Rajoy, Montoro y demás adláteres se desgañitaron para decirnos que sí, que nos bajarían los impuestos. Y no pasaron dos meses de haber ganado las elecciones y ya nos los habían subido.

Y ahora vuelven por el mismo camino. Como si nos dieran las «chuches» de los niños. Porque la futurible bajada de Rajoy, que depende de que Montoro recaude más de lo previsto para este año, no sería ningún regalo. Ahora nos han bajado algo los impuestos, pero no tanto como nos los habían subido. Hagan cuentas. Nos subieron el IRPF del 15 al 21% y ahora nos lo bajan del 21 al 19%. Fíjense si aún queda márgen de incumplimiento y mentiras.

No nos iban a subir el IVA y nos dejaron temblando hasta para poder ir al cine. Ahora nuestro ministro de Cultura Wert hasta se arriesga a decir que irá a la entrega de los Goya para demostrar que si se hacen buenas películas no importa lo que se haya subido el IVA de las entradas.

Han sido tres años de recortes, viernes tras viernes, y ahora nos empiezan a prometer y prometer. ¡Estamos para creerles! Solo hace falta comparar las nóminas que teníamos antes de la crisis y las que tenemos ahora, si es que hemos conseguido capear el temporar y no ir al paro.

Nos han bajado salarios, subido impuestos, tenemos menos derechos, más precariedad, peor sanidad y peor educación. Nos dirán que ha sido por la «herencia» recibida, como si no se hubieran podido hacer las cosas de otras formas. Sólo hace falta mirar al espejo de Grecia y el reconocimiento internacional de que se les apretó demasiado. Más que herencia pensaremos que Merkel, Draghi y Lagarde mandan ahora en España más que Rajoy, y seguirán haciéndolo hasta que nuestro Estado de Bienestar quede reducido al esqueleto y la alegría se nos haya ido por el desagüe.

Pero volverán los prohombres de la patria para mentirnos y engañarnos, esos mismos que nos advirtieron que vivíamos por encima de nuestras posibilidades, cuando desde sus propias sedes se manejaba el dinero negro y el blanco con patente de corso. Vendrán los corruptos a los que todavía no han pillado para mentirnos y decir que van a ser buenos, que después de estos comicios todo será transparente y que se acabó la corrupción…

Vendrán, pero después de tantas mentiras, engaños y corruptelas… ya no les creeremos.