Las botellas y ánforas halladas en navíos hundidos han demostrado que el mar es un excelente medio para el envejecimiento de los vinos, mejorando los caldos y adquiriendo singulares características. Este hecho ha permitido desarrollar una técnica de envejecimiento especial que ha puesto en marcha la creación de la una curiosa bodega submarina en nuestro mar Mediterráneo,  concretamente en la provincia de Alicante: Vina Maris.

Entre las condiciones que hacen del mar un buen lugar para el envejecimiento del vino se encuentran la presión, temperatura, ausencia de luz y ruido, junto con el movimiento armónico de las corrientes marinas y su salinidad. Unas características que hacen evolucionar de forma muy diferente a los vinos nacidos a orillas del mar Mediterráneo y envejecido en sus profundidades. Además de aportar unos matices minerales, suavizan y redondean estos caldos en los que se potencia el aroma e intensifica el color. Los aromas secundarios y terciarios prevalecen sobre los primarios. El resultado final son vinos de gran calidad y un exquisito sabor cuidando con esmero todas las variables que intervienen. Por un lado, los viñedos, cuyo nivel de estrés hídrico es controlado mediante una viticultura de precisión con sensores. Por otro lado, el compromiso con el medio ambiente mediante el uso de abonos naturales y el cultivo de las viñas prescindiendo del uso de pesticidas, insecticidas o cualquier sustancia química que pudiese alterar a las calidades intrínsecas de las plantas, y por lo tanto, del vino. Los vinos seleccionados por Vina Maris para aplicar esta técnica de envejecimiento submarino pertenecen a las Bodegas Enrique Mendoza: se trata de un monastrell y un chardonnay.

Vina Maris Monastrell (vino tinto). Nos encontramos ante Monastrell 100%, elaborado con uva mediterránea de los viñedos de las Bodegas Enrique Mendoza de un único pago ubicado en el paraje “Estrecho de Pipa” en Villena. Este vino ha permanecido durante 14 meses en barricas de roble francés. Una vez embotellado, se introduce a escasos kilómetros, en el mar Mediterráneo a una profundidad de 25 metros.

Vina Maris Chardonnay  (vino blanco). En esta ocasión el vino se elabora con uva mono varietal de los viñedos de las Bodegas Enrique Mendoza, situados en el “Cabezo de la Virgen” de Villena. Una vez embotellado, también se introduce en el mar Mediterráneo a idéntica profundidad, 25 metros. Es un blanco con mucho cuerpo debido a la elaboración con sus lías finas en depósitos durante cuatro meses. Un vino elegante, de sabor muy frutal, en el inicio se ideó solo para el verano, pero la gran demanda que tiene ha impulsado aumentar su producción.

Este novedoso proyecto de envejecimiento submarino del vino cuenta también con un complemento enoturístico ya que permite tanto a los buceadores pescar sus propias botellas, como a los amantes del vino observar de cerca todo el proceso.