El lanzamiento viene de la mano de la celebrity con la que Codorníu ya hizo la campaña de Navidad, el cocinero Jordi Cruz, del concurso televisivo Master Chef y dos estrellas Michelin en su restaurante barcelonés Abac. El popular chef ha definido Viñas de Anna como «un vino sensual y muy romántico», mientras que el enólogo de la bodega, Bruno Colomer ha explicado que se trata de «algo nuevo dentro de la colección Anna de Codorníu: un producto agradable, que invite a beber».

El director general del grupo, Javier Pagés, ha explicado que Viñas de Anna, que ya ha empezado a distribuirse primero en el mercado español, con la idea de saltar luego al extranjero; tiene una versión, denominada Blanc de Blancs, para el canal Horeca (hostelería, restauración y catering) y se presenta en una botella blanca, y otra versión pensada para la distribución entre el gran público, con botella transparente.

Pagés ha definido el nuevo producto como un «vino tranquilo» y se comercializa al precio de unos 8 euros la botella, el mismo que el cava Anna. Pagés no descarta también elaborar un vino tinto con la marca Codorníu, ni crear un rosado, pero ha dicho que no se lo plantean por el momento.

Codorníu, que empezó a elaborar vinos en 1551, pero desde 1872 la marca está más asociada a la elaboración del cava que a la de vinos. En la década de los 60, el Grupo Codorníu comenzó a producir vinos tranquilos y hoy tienen ocho bodegas en España y un total de diez en mundo, con un porcentaje del 43% de la facturación global de la compañía. Desde 2008, su negocio del vino ha crecido un 66%. Por ejemplo, el año pasado, las ventas de vinos de denominaciones de origen del grupo aumentaron un 9,5%.

Codorníu es propietario de marcas como Legaris (Ribera del Duero) Bach (Penedés), Raimat (Costers del Segre) o Bodegas Bilbaínas (Rioja), entre otras, y ahora aspira a continuar ampliando su presencia en el sector de vinos tranquilos con este que se asocia a una de sus marcas emblemáticas, Anna de Codorníu.