Decálogo de la perfecta divorciada

18/03/2015

Carmen Duerto.

Ana Rodriguez

Ana Rodriguez

Con Ana María Rodríguez, que para muchos será para siempre, Ana la ex de José Bono, nos fuimos hasta Andorra para probar el 4 x 4 de los nuevos Jaguar XF y XJ, el mismo día que Tita Thyssen cerraba la compra de su nueva residencia en Les Escaldes. Ana, que conserva todos sus puntos del carné y le encanta conducir, derrapaba con alegría por las pistas nevadas probando un Jaguar negro. Aprovechando esa subida de adrenalina pensé; qué momento más bueno para sacar el tema de su divorcio, a raíz de su libro “Perfectas divorciadas” que acaba de entregar en la editorial Planeta y que saldrá para la Feria del Libro.

Nadie de su entorno lo ha leído previamente y ha tardado casi un año en escribirlo.  Sutilmente podremos conocer el motivo por el que hace cinco años se divorció, después de 30 años de matrimonio con el “perejil de todas las salsas”, el político manchego,José Bono.  Sólo avanza que contrataron al mismo abogado para su divorcio, que tienen la custodia compartida de la hija pequeña, Sofía y que, ella fue la que salió perdiendo en la separación. Tuvo que cambiarse de casa, de ciudad, su hija pequeña lo pasó mal y le costó reubicarse, habían sido tres décadas compartiendo la vida para pasar a ser una unidad familiar por sí misma. Y si alguien quiere seguir su ejemplo, búsquese un entrenador personal, apúntese a yoga, monte un negocio, Ana tiene siete tiendas de joyería, cambie el coche por un Jaguar con 4×4 y, vuélvase a enamorar, sin reparar en la edad, uno más joven puede ser una oportunidad estupenda.

Ana Rodríguez en Andorra con el Jaguar XF

Ana Rodríguez en Andorra con el Jaguar XF

1. No hay ningún divorcio bueno, podrá ser más o menos agradable/desagradable pero bueno ninguno. El divorcio es un proceso en el que todos los implicados salen perdiendo, se sufre, es una ruptura en mayor o menor medida, solo los abogados salen ganado.

2. Sean las que sean las causas por las que un divorcio se produce, tenemos que ser y estar fuertes, cualquier muestra de debilidad podría ser atacada por nuestro ex como flanco débil.

3. No hay que implicar a los hijos en las batallas emocionales, ni económicas, ni legales, ellos deben estar informados pero no pedirles que tomen partido. Para ellos la pareja no deja de ser su padre y su madre. Dejarles al margen.

4. Lo mejor es que se lleve a cabo un proceso por mutuo acuerdo, aunque no hay que firmar cualquier cosa para evitar las disputas. Hay que pelear por lo que es justo, pero no entrar en batallas eternas. Tomar decisiones en frío, los calentones son malos conductores.

5. Hay que contar con un buen asesoramiento legal y económico, que colabore en que haya buenos acuerdos, no que prolongue los problemas a perpetuidad. Para lograr ese buen acuerdo también habrá que ceder.

6. El divorcio es una ruptura de la pareja, no es un divorcio de los hijos, los dos deben seguir implicados en todo lo que se refiere a su mantenimiento y a su educación. Se separa la pareja pero los hijos son para siempre.

7. No hay que estar constantemente hablando del divorcio, no a todos los que te rodean les interesa y puede convertirse en una tortura para amigos y familiares., pero sí que es necesario rodearse de gente que te quiera y que te de cariño.

8. Como en toda pérdida, se debe pasar un periodo de duelo, superado este tiempo debemos rehacer nuestra vida cuanto antes, no digo volver a tener pareja, que también, sino tener vida social, nuevas actividades, nuevos amigos, etc. Renovar, que entre aire fresco en nuestra vida.

9. Lo mejor es tener todos los acuerdos por escrito y firmados, porque en los inicios de un proceso se puede decir y asumir cualquier cosa, pero luego las palabras se van con el viento. Lo que no está por escrito no existe y donde digo Diego dije digo.

10. Mi último consejo es, que valoren muy bien a sus futuras parejas, porque si ya se han cometido errores que han tenido un coste emocional, familiar, social y económico en nuestras vidas, hay que aprender para no volver a cometer los mismos errores y pasar por los mismos problemas. No hace falta un papel para que haya un compromiso, no hace falta que una nueva pareja acabe en boda. Por ejemplo, yo ahora estoy muy contenta como estoy y no me hace falta casarme.

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