El Gobierno lo había considerado e inaplazable, y todos los partidos del Pacto de Toledo le habían dado su visto bueno, hasta los agentes sociales, que suavizaron plazos de cotización para evitar al máximo llegar a los 67 años para jubilarse tuvieron que rubricar un acuerdo. Se hicieron muchos cálculos entre enero y febrero, como los que acaba de hacer públicos la OCDE en su «Panorama de la Pensiones 2011″, que estima que la reforma de las pensiones emprendida en España supondrá un recorte de las mismas del 81,2% al 73,9% del salario medio.

La organización internacional fija su baremo en la denominada “tasa de reemplazo”, con la que se calcula la pensión en función de los ingresos salariales y llega a la conclusión de que esta tasa es la que sufrirá el “impacto” principal de la reforma que se haga sobre la vida laboral de un trabajador con una “carrera” completa.

Una vez deducidos los impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social sobre todos los ingresos de la vida laboral –calcula la OCDE- la tasa neta del trabajador pasará del  84,9% al 73,9%, en los 34 países que la integran.

Y en el caso español, con la reforma realizada se “reforzará la relación entre cotizaciones y prestaciones” en comparación con el sistema actual, ya que se aumenta el número de años por los que los trabajadores deberán cotizar para poder recibir el 100% de la pensión.

En el informe se analizan las posibles situaciones que se puedan dar en la vida laboral de un trabajador español. Así, por ejemplo, quienes interrumpan diez años su carrera profesional, la tasa de reemplazo pasaría del 81,2 al 70,5% del salario medio.

La organización internacional, una que con más ahínco pidió a España la reforma de las pensiones, ha realizado estos cálculos partiendo de que la inflación media sea del 2,5% y que los ingresos salariales se incrementen anualmente un 2%. Lo que no se ha podido adaptar son los cambios que supondrán para el trabajador y el sistema la actualización paulatina de los indicadores.

Su conclusión, es que con todos los cambios introducidos “va a mejorar significativamente la sostenibilidad a largo plazo del sistema de pensiones español», y concreta que el ahorro que supondrán las medidas supondrá una cantidad equivalente al 3,5% del PIB a largo plazo, más de 35.000 millones de euros.

En este sentido, la OCDE recuerda que España gasta en pensiones el 9% del PIBAsimismo, recordó que en España, una cantidad –no obstante- que es mucho más elevada que en países como Francia o Italia.

De no haber realizado la reforma, los cálculos que figuran en el informe es que ese 9% del PIB hubiera pasado a representar el 15% en 2050, superando a Francia, Italia y Alemania; con la reforma el gasto en pensiones quedaría por debajo de esos países, pero por encima de la media de la OCDE.

Eso sí, pese a gastar menos que esos tres países europeos, las condiciones de años de cotización exigidas (38 años y medio en España) son mucho más estrictas: 42 años en Francia; 40 en Italia o Luxemburgo y, sobre todo, 45 años en Alemania.