Se aproximan los días eternos frente al mar, disfrutando de amigos, relax, ocio y romances estivales frente a playas idílicas en los beach clubs más exclusivos de nuestras costas. Espacios que ofrecen todas las comodidades y detalles para hacerte sentir la reina (¡o el rey!) de los mares. En Ibiza, en la Costa Brava, en Mallorca, en la Costa del Sol… No hay destino de moda que no tenga su beach club de diseño para ver y dejarse ver. Y en la misma orilla del mar.
Nikki Beach. Marbella. Uno de los pioneros y un mítico en los veranos marbellíes. En la playa del hotel Don Carlos el Nikki Beach es uno de los símbolos del lujo de la zona. Gente guapa, cuerpazos bronceados, cócteles deliciosos, música en directo, mucho champagne y amplias camas para tomar el sol completan una combinación perfecta. Hay que reservar con antelación ya que se trata de uno de los espacios más demandados en la Costa del Sol.
Mar i Vent. Ubicado en la playa de la cala idílica del Parador de Aiguablava, con acceso privado y en plena Costa Brava, Mar i Vent combina una sugerente carta de especialidades y un menú de cócteles basados en texturas y sabores inspirados en el paisaje de la zona. Javier de las Muelas, innovador y gestor gastronómico, dirige este proyecto después de su experiencia en Dry del Gran Meliá Fénix. Destaca su zona chill out, compuesta por pequeñas terrazas repletas de vegetación autóctona que se distribuyen en la escalinata que acerca el restaurante. Bajo el concepto de confort y respetando las singulares características de la Costa Brava, la decoración se basa en materiales naturales y diseños tradicionales.
Nassau Beach. Ibiza. Gran terraza, gastronomía aceptable, camas balinesas, cócteles bien elaborados, hamacas, champán y un ambiente ideal para lucir modelazos veraniegos. Aunque todo a precios muy ibicencos en temporada alta… La localización es envidiable y año tras año el Nassau se mantiene como una de las mejores opciones para pasar una fabulosa jornada de playa en la más animada de las islas pitiusas.
Ocean Club. Marbella. Fiel reflejo del exceso y poderío de millonarios en pleno Puerto Banús. Más frecuentado por extranjeros que por españoles. Más de 9.000 metros dedicados por completo al hedonismo superlativo. Para su fiesta más conocida, la Champagne Party, algunos árabes fletan vuelos charters y reservan sus camas balinesas por miles de euros con meses de antelación. La vista no te engaña: todo lo que parece oro es oro y no estás en un desfile de Victoria Secrets, las chicas que pasean coquetas ante tus ojos realmente son poseedoras de semejantes cuerpazos.
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