Renault inscribe su nuevo Kadjar en la corriente crossover, pues toma ideas de diferentes segmentos: SUV, sobre todo por diseño y sistemas de tracción -lo hay 4×4 con el motor de gasóleo más potente-, monovolumen -por modularidad interior- y turismo -por sistemas de asistencia a la conducción, dinámica de marcha…-

El modelo que la firma del rombo ensambla en su planta de Palencia, donde acaba de protagonizar la unidad 15 millones de los Renault producidos en nuestro país con la mitad de sus componentes «made in Spain», reúne virtudes para cautivar, comenzando por un diseño.

Y no lo tendrá fácil, pues frente a sí encuentra un completo y pujante abanico de rivales encabezado por el súper ventas Nissan Qashqai, con el que comparte plataforma CMF-CD y un 60% de elementos, si bien sólo un 5% de ellos visibles.

El Renault Kadjar se oferta con un motor de nuevo cuño downsizing de gasolina 1.2 TCe de 130 CV/205 Nm (5,6 l/100 km). Con ésta arranca en 19.850 euros -hasta 23.300 euros- en acabado Life -hay otro superior Intens, y el mismo, pero con decoración campera y control de tracción Extended Grip, XMOD, que apareja asistente de arranque en pendiente y monitor de presión de neumáticos, entre otros-.

Además, hay Kadjar de gasóleo 1.6 dCi 130 CV/320 Nm (4,3 l/100 km y 113 g/km) y acabado Zen delicioso por suavidad, bajos y elasticidad general, conforme a nuestras primeras apreciaciones en marcha. Éste se puede adquirir con tracción delantera 2WD o total 4×4, con precios de 23.300 a 28.800 euros y un equipamiento que añade infotainment R-Link de segunda generación.

Entre medias habita el Kadjar de gasóleo 1.5 dCi de 110 CV/260 Nm -de 21.300 a 24.600 euros-, con un sorprendente gasto medio homologado de 3,8 l/100 km (99 g/km).

También automático y secuencial

Éste, que puede llevar cambio auto secuencial de doble embrague EDC -el 1.6 dCi lo añadira a medio plazo-, se repartirá el grueso de las ventas con el de 130 CV, unos 1.500 euros más caro.

Por cierto, Renault confirma que a medio plazo el Kadjar dará más de sí. Es tanto como decir que añadirá motores más enérgicos y acabados mucho más suntuosos, como el Initiale Paris. Eso sí, sólo lo habrá más que de cinco plazas, como ahora.

Fabricado con un sofisticado e inédito -en España- sistema deembutición en caliente que asegura aceros más finos y resistentes, capaces de aligerar el peso hasta fijar taras de 1.300 a 1.500 kg -1.700 kg un SUV como el Renault Koleos, al que no sustituye pero que contará con relevo en el tiempo-, supone un coche global que se venderá en 70 países. De hecho, desde la planta de Palencia se exportará a 35 mercados.

Como datos a tener en cuenta, presenta una longitud de 4,45 metros (30 cm más que el Captur, con el que mantiene un innegable parecido, sólo que otra escala) y ofrece una notable amplitud interior, incluso para cinco. También un abultado y modulable maletero que arranca en 472 litros y que acaricia los 1.500 abatiendo con sencillez los respaldos traseros. En esa posición, el suelo de carga es plano y admite objetos de hasta 2.563 mm de largura.

Asientos confortables de alta densidad, calidad notable, de lo mejorcito en la marca francesa con ‘guiños’ como la instrumentación digital configurable de diseño analógico -el tacto de dirección, cambio o palancas de intermitencia y limpiaparabrisas es gratificante-, ergonomía en el puesto de conducción… Todo ello casa en un Kadjar que recibe en opción tecnologías como sistema de aparcamiento automático, lector de límites de velocidad o asistente a la frenada de emergencia.

Es cómodo y aplomoado en carretera y puede con una ligera circulación campera fruto de la eficacia de su tracción total y de sus aceptables ángulos de ataque y fuga (18 y 25º), que se añaden a una altura libre hasta el suelo de 20 cm.