¿Sabías que tragamos por persona aproximadamente 3 Kilos al año de residuos químicos procedente de las frutas y verduras que comemos? ¿Eres un fanático de las frutas y verduras frescas? ¿Suspiras por saborear tomates que saben a tomates, patatas tiernas y lechugas que no saben a plástico? Entonces quizá deberías conocer la iniciativa Sabor de Gredos.  

Se trata de una huerta cuyo cultivo es 100% natural, no utilizan productos químicos, solamente medios naturales para la fertilización, prevención o tratamiento de plagas. Además la trazabilidad del producto comienza y finaliza en el Valle del Tiétar –se cultivan en Candeleda, en la falda Sur de la Sierra de Gredos– por lo que controlan todo el proceso de producción.  Y los productos  que ofrecen son de temporada (tomates, pepinos, pimientos, lechugas, judías verdes, calabacines, patatas, zanahorias, cebollas, frutas, hierbas aromáticas…) entregándose en un plazo inferior a las 24 horas desde su recolección en el campo, por lo que conserva el 100% de sus propiedades y frescura.  Se puede afirmar que en Sabor de Gredos las verduras, hortalizas y frutas van directamente del huerto a la mesa.  Para tu comodidad sirven en el domicilio u oficina que indiques. Todos los miércoles recolectan el producto que está en óptimas condiciones y lo dejan listo y empaquetado para entregarlo los jueves por la mañana.

Se ha demostrado que cuando las hortalizas se recogen prematuramente, antes de que maduren, carecen del nivel completo de nutrientes, que se desarrollan sólo cuando la maduración es completa y natural en la tierra. De igual modo, los productos que se comercializan en tiendas y supermercados (independientemente de que hayan sido tratados con productos químicos) pasan demasiado tiempo en cámaras frigoríficas, por lo que se deshidratan y deterioran casi todas sus propiedades. Como entregan los productos apenas un día después de extraerlos de la tierra se asegura que el pedido conserve intactos todos sus nutrientes y propiedades de sabor, hidratación, olor.

 

¿Pero qué hace especiales a estos productos además de su rápido consumo?

La localización y su clima. El terreno en el que cultivan está ubicado en pleno Valle del Tiétar, a 432 metros sobre el nivel del mar. Cuentan con un microclima de temperatura mediterránea, con inviernos suaves y temperaturas medias en verano de 26 °C.

Agua de riego. El agua del que disponen es de excelente calidad, de muy baja mineralización y libre de nitratos. Agua de montaña capturada  del suelo mediante pozos artesianos que son los de manantial que comunica con un acuífero cautivo de agua contenida a presión entre las capas subterráneas.

Terreno de cultivo. El terreno de cultivo está dentro de un ecosistema de sotobosque con un alto nivel de conservación y totalmente aislado de fuentes de contaminación.  Sotobosque es el área de un bosque que crece más cerca del suelo por debajo del dosel vegetal.  

¿Cómo cultivan?

– Riego por goteo.

– Fertilización. Cuidan el suelo con biofertilizantes, minimizan el laboreo y rotan los cultivos para ir haciendo más fuerte a la tierra; así tiene una mayor defensa frente a plagas y

– Se orientan a la prevención no a la curación aplicando extractos y caldos minerales nada más plantar lo que facilita que la aparición de plagas sea escasa.

– Apuestan por mantener un suelo sano y aplicar técnicas de agricultura ecológica como son conservar y potenciar los enemigos naturales de las plantas con otras plantas.

– Seleccionan las semillas desde el inicio y avanzan para conseguir el propio ADN de las simientes.

– Recolección. Exclusivamente en el punto óptimo de maduración, evitando que el producto se quede lacio (perdida de turgencia, deshidratación…).

Lo cierto es que se intuye que se trata de verduras ricas y de excelente calidad nada más abrir la caja en la que te las entregas. ¡Un olor a puro verde, a campo y a huerta envuelve tu cocina!