El consejo del grupo pesquero ha anunciado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la convocatoria de una junta extraordinaria de accionistas para el próximo 28 y 29 de septiembre, de  la que está previsto surja una Pescanova renovada, más de dos años después del estallido de la crisis que ha estado a punto de acabar con la multinacional gallega.

Los dos puntos básicos de la convocatoria son la reestructuración de las filiales, que incluye un proceso de fusión, y la ampliación de capital que dará el control de la empresa a la banca acreedora, conocida en el G7 (Sabadell, Popular, Bankia, Abanca, Caixabank, BBVA y UBI Banca).

La materialización del proceso, a través de una operación acordeón por la que se diluirá la sociedad Pesacnova, va a suponer que los accionistas actuales pierdan prácticamente toda su inversión, aspecto que parece totalmente asumido, ya que la entrada de los acreedores en el accionariado se ha decantado como la única salida para la supervivencia del grupo. La sociedad Nueva Pescanova existe ya de hecho, pero a partir de ahora se la dotará de activos y cambiará su estructura financiera con la ampliación de capital por 48,7 millones de euros.

E$l proyecto de fusión y doble segregación, según la información remitida a la CNMV , supone el mantenimiento del empleo con los que se cuenta en las filiales españolas (Frigodis, Pescafina, Pescafresca, Bajamar Séptima, Frinova, Pescafina Bacalao, Fricatamar, Frivipesca Chapela, Pescanova Alimentación, Hasenosa, Novapesca Trading e Insuiña). La nueva firma incluirá las participaciones en filiales internacionales, la participación en Pescanova España, la actividad de ‘lding’ de Pescanova y la marca.

El informe señala que la segunda segregación «no comporta ninguna consecuencia sobre el empleo, ni tiene impacto de género en los órganos de administración ni incide tampoco sobre la responsabilidad social corporativa de las sociedades participantes». Se añade que las filiales fusionadas tienen un valor razonable de los activos y pasivos afectados por la primera segregación de 274,65 millones de euros. De esta forma, el valor razonable del patrimonio neto de la Nueva Pescanova rondará los 59,9 millones de euros.