Las incertidumbres sobre el futuro inmediato son ahora más que las que había hace un trimestre en opinión de Ángel Cano, consejero delegado del BBVA, quien las ha señalado al presentar las cuentas del banco correspondientes al  tercer trimestre del año. El banco ha ganado 3.668 millones de euros, un 12,5% menos que hace un año, pero las cuentas tienen un perfil mejor que entonces. “En el cuarto trimestre ganaremos una cifra similar a las del tercero”, ha dicho Ángel Cano.

En el BBVA cunde el desánimo sobre las perspectivas económicas del año próximo, a pesar de que la entidad sabe que cerrará el año con unas cifras mejores que en 2009. La crisis está provocando un retroceso del crédito en España entre el 5% y el 6% y una guerra por captar pasivo que está deteriorando las cuentas de las entidades. Pero el BBVA afirma ganar cuota en todos los segmentos del mercado y, además, estar consiguiendo pasivo procedente de todas las entidades a unos costes menores que la competencia. “En un trimestre hemos conseguido 12.000 millones de euros”, señala Cano.

La desconfianza en el futuro viene del hecho de que siguen todas las incertidumbres que había hace unos meses: desapalancamiento del sector privado, deterioro de los activos, guerra del pasivo, dificultad para captar recursos en los mercados y riesgo soberano elevado, y al tiempo han surgido dos nuevas: las dudas sobre la sostenibilidad de la recuperación de la economía mundial y los problemas derivados de la guerra de divisas que está teniendo lugar por las medidas proteccionistas que están adoptando los gobiernos.

{destacado}Todo esto le hace pensar al consejero delegado del BBVA que, en España, 2011 tendrá un perfil bastante parecido al de 2010, “plano” en la medida en que el crédito seguirá descendiendo en tasas similares a las de este año, aunque se muestra confiado en que realmente la morosidad haya alcanzado el pico en este ejercicio y no siga remontando en el próximo.

El banco no ha dado sorpresas en esta ocasión. Sigue negociando con el turco Garanti, aunque no parecen estar demasiado convencidos de que la operación vaya a salir porque la entidad quiere que cualquier operación no sea dilutiva para el accionista, que garantice que en  un plazo concreto tengan la gestión y el control de la entidad y que la inversión tenga un retorno superior al coste de capital del BBVA.

Ángel Cano se ha mostrado de acuerdo con la decisión del Banco de España de acelerar el calendario de provisiones, aunque ello le ha supuesto 180 millones de euros adicionales, porque, “una vez que se toma la decisión de hacerlo, cuanto antes mejor”.

Aunque la entidad presidida por Francisco González ha señalado que las reformas estructurales adoptadas están en la buena dirección, entiende que aún hay cosas que hacer. El ajuste fiscal para 2010 y 2011 se va a alcanzar, según el BBVA, pero es posible que haya que adoptar medidas adicionales para lograr los objetivos de reducción del déficit para 2012 y 2013, cuando se tiene que situar en el 3% del PIB. La reforma laboral, según Cano, no puede evaluarse todavía y la reestructuración de las cajas, aunque en el terreno jurídico ya está hecha, en el terreno práctico “avanza con lentitud” en sintonía con lo dicho el día anterior por Emilio Botín, presidente del Santander.