En Madrid, ya se sabe, o das una charla, o te la dan. Pero de vez en cuando surgen iniciativas originales, interesantes, que invitan a reflexionar. Los abogados de Hogan Lovells sorprendieron el jueves 8 de octubre con una propuesta sobre “la revolución del marketing de los gintonics”. Salva López, el conferenciante, dio una entretenida disertación, aunque quizás se hizo larga ante el creciente interés del público por las combinaciones entre la ginebra y la tónica a medida que avanzaba la charla. Hay más de 21.000, según este experto, que asegura que conoce un bar en Valencia que vende 500 marcas de ginebra.

Salva López explica el éxito del gintonic, “un fenómeno español del que hay que aprender”, en que «no es un producto, es una experiencia” que hace que el que la disfruta se siente de otra manera y quiera repetirla.

La revolución del marketing del gintonic tiene, en su opinión, siete claves:

1.-rediseño: la innovación supone pasar de la clásica copa de tubo al balón, es hacer la botella azul, que añade glamour al producto y que seduce sobre todo a la clientela femenina. También es pasar el 70% de ginebra al 30%, porque así más gente lo prueba. Y repite.

2.-target, lo que en castellano quiere decir público objetivo. Inicialmente, se dirigía a las mujeres. Ahora todos toman gintonics.

3.-el ritual: es una “pequeña hipnosis” que produce relajación, una modificación del estado mental del cliente para que acepte mejor el producto. Muy relacionado con el ritual es el concepto de ‘perfect serve’, el servicio perfecto, que volveré a mencionar en la clave 7.

4.-educación: al cliente hay que enseñarle a valorar el producto y el servicio ligado al gintonic.

5.-personalización: producto a la medida de cada cliente, en función de su perfil (volver a clave 2, el target).

6.-creatividad: del barman, pero también del usuario. La mitad de los que toman gintonics lo preparan también en su casa.

y 7.-el lenguaje: la cultura del gintonic, como la del vino o la de la cerveza, por mencionar dos productos totalmente consolidados en España, tiene su propia jerga. Hay que hablar de ‘perfect serve’, de mixólogo, de ‘bartender’, botánicos, ‘picking’ , de aromatizar. Sobre todo, de “las burbujas se rompen”.

Después de la charla de Salva López, sobre el sufrido hígado de este columnista cayeron tres gintonics: uno afrutado, otro seco, y el tercero mediopensionista, ni lo uno ni lo otro. Pero menuda revolución. Y lo bien que me sentaron.