El 63% de los españoles valora la situación económica del país como estable o en crecimiento (siete puntos por encima de la media europea) y el 66% considera que mejorará en 2016 (doce puntos por encima de la media europea).

El consumo y el ahorro repuntan desde 2012, hasta alcanzar en la actualidad los niveles de 2006, lo que desencadena mayor confianza en el consumidor español. Los cambios en la actitud de los consumidores se diferencian de años anteriores donde primaban las compras más útiles, pequeñas y controladas.

Después del puente de la Constitución, se ha notado un incremento de ventas en el comercio electrónico, con iniciativas como el Black Friday o el Cibermonday se ha incrementado un 10% la facturación respecto a 2014 adelantando así las compras navideñas. El ticket medio también ha aumentado de 60€ a 70€ y se estima que la penetración de compra online ha pasado de un 44% en 2013 a un 67% este año.

Esto también ha provocado una “desestacionalización” de las compras. Según se desprende del estudio, el 60% de los consumidores declara que espera a comprar cuando se produzca cualquier tipo de rebaja. Aunque en adelante se van a mantener los períodos clásicos de rebajas, cualquier circunstancia va a ser buena para abrir, presencial o virtualmente, aplicar descuentos y atraer clientes.

Las transacciones de comercio electrónico se siguen completando en el ordenador y no desde el dispositivo móvil, y la tendencia actual más pronunciada es la multicanalidad (combinar compra online con acciones en tienda).

En el informe se desprenden los cambios de los hábitos de compra distintos que se han ido desarrollando durante estos años y destaca que nueve de cada diez españoles compara los precios antes de comprar, reservar un producto o servicio y se ha activado, definitivamente, el perfil de consumidor racional (ha aumentado del 23,9% al 27%) y se han disparado los compradores de precio, pasando a representar cerca del 30%.

Ambos grupos de consumidores tienen como común denominador los descuentos, promociones y marcas de precios bajos. De esta forma, a pesar de que el consumidor español se anima a la compra, sigue buscando los precios más baratos, por encima de la media europea (89% frente al 82%).

Se prevé que el consumidor adquirirá estas Navidades cosas útiles, pero comprará caprichos que no se hubiera permitido el año pasado, abre la mano a más y mejores regalos. La animación y el espíritu de las tiendas y de las calles van a resultar definitivas para el impulso de las ventas. El perfil aproximado que el informe prevé para el consumo en estas vacaciones será aquel que se excita con las rebajas, que se libera un poco de las apreturas económicas del año, que combina la compra presencial con la compra a través de internet, que busca el valor a precio ajustado, que entra a la tienda con la decisión tomada y que usa más la tarjeta de crédito.