Los datos de la Encuesta de población activa EPA que se acaban de conocer son muy positivos. Nadie podía prever en Enero del 2014 que se iba a producir en el año 2015 un crecimiento de un 3,2% del PIB, el doble de la media europea, se iban a crear un millón de puestos de trabajo en tan solo dos años y reducir en 900.000 el número de parados, con una tasa de paro de un 20,9%, 6 puntos menos que al inicio de la legislatura.
El problema es que el punto de partida en el 2012 era tremendamente negativo y con un ritmo imparable de destrucción de empleo, lo que nos obliga a reflexionar sobre el campo de mejora que queda por recorrer, porque una tasa de paro de un 20% sigue siendo alta. No se puede bajar la guardia ni torcer el rumbo actual de la economía con propuestas que puedan frenar esta tendencia de crecimiento y de empleo.
No reconocer la bondad de estos datos es tan peligroso como creer que todo está hecho. Estamos en una buena tendencia que hay que acelerar todo lo posible y evitar tentaciones que nos devuelvan al punto de partida, echando por la borda el esfuerzo realizado y los logros reales alcanzados.
Apuntar que el empleo que se crea es temporal y de salarios bajos, merece un comentario doble: 1. ¿Alguien puede pensar que en plena crisis y cierre de empresas es razonable que los salarios no hayan disminuido? Han tenido que adaptarse a la situación con un descenso o una congelación para salvar el mayor número de puestos de trabajo posibles, teniendo en cuenta además que la inflación ha sido negativa en el último año. 2. A la salida de una crisis tan fuerte, las empresas inician la contratación con un porcentaje de temporalidad que va disminuyendo en cuanto la situación económica se consolida. A pesar de ello, la temporalidad en el 2008 superaba el 30% del total de los contratos y ha acabado este año en el 25%, lo que supone un descenso importante. Los contratos indefinidos van en aumento de manera lenta pero constante y los temporales en su conjunto van disminuyendo.
Los hogares con todos sus miembros en paro han disminuido a lo largo del año un 12% y es necesario hacer el resta adaptarse esfuerzo necesario para que sigan reduciéndose aún mas.
La creación de empleo pasa por el crecimiento económico, la confianza y la credibilidad de los ciudadanos y de los mercados, junto a un marco laboral que permita a la empresa adaptarse a los cambios continuos que experimenta el entorno, con un crecimiento del «empleo digno»como meta.
Sin un gobierno estable con una mayoría suficiente y con las ideas claras de lo que debe hacer en los dos próximos años, resulta imposible consolidar lo alcanzado y además se corre el riesgo de echarlo por la borda.
Profesor Sandalio Gómez. IESE
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