Se busca un Talleyrand

10/02/2016

Luis Díez.

“La cosa empieza bien; hay mimbres para un pacto; se abre la posibilidad de un gobierno reformista y progresista”. Son frases de Pedro Sánchez y del equipo encargado de sumar votos a su investidura como nuevo presidente del Gobierno. Las reuniones de trabajo se han sucedido a lo largo de la segunda semana de febrero. La técnica de negociación sigue el canon clásico: el PSOE entrega un documento con 43 puntos programáticos y los posibles aliados (Ciudadanos, PNV, Compromís, IU y Coalición Canaria) aceptan unos, rechazan otros y aportan sus cálculos y precisiones. Se entra entonces en la “letra pequeña”, algo que ocurrirá a partir del lunes, 15 de febrero. Y ahí veremos las habilidades de unos y otros para llevarse una rodaja más de salami a su bocata o para realizar el planchado de las discrepancias. La negociación es un arte apasionante. La habilidad negociadora de Talleyrand tras las derrotas de Napoleón salvó a Francia. Lean a aquel astuto obispo y sagaz diplomático que se pasó la vida negociando, consiguió la cuadruple alianza de las grandes potencias europeas –Reino Unido, España, Portugal y Francia– y rubricó su vida con el éxito del congreso de Viena, evitando el desmembramiento y las onerosas y merecidas cargas tras las guerras napoleónicas.

A falta del encuentro previsto para el viernes, 12 de febrero, entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy, el dirigente socialista encargado por el rey Felipe VI de formar gobierno no ha perdido ni un minuto en reunirse con representantes de la economía real (incluida la industria cultural) y de los sectores más golpeados por la crisis y las decisiones gubernamentales contra el sector público para informarles de lo que se puede hacer con un enfoque presupuestario más ajustado a las necesidades sociales y con una fiscalidad más acorde con la regla de justicia. Para los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, no hay duda de que “quince millones de personas han votado cambio y quieren un giro social y un gobierno de centro-izquierda”. A los presidentes de la patronal CEOE y Cepyme, Joan Rosell y Joan Garamendi, un gobierno con Podemos no les asusta. Al menos eso salieron diciendo tras la reunión del miércoles con Sánchez. Pidieron, no obstante, que se mantenga el control del déficit y se hagan bien las cuentas sobre el coste del plan de choque contra la pobreza.

La principal sorpresa de los presidentes de la patronal fue su silencio sobre la derogación de la reforma laboral y la redacción de un nuevo Estatuto de los Trabajadores. El Gobierno de Rajoy entró a saco en esa materia, abaratando el despido, facilitando los descuelgues de las empresas de los convenios del sector e implantando la contratación a la carta y los sueldos a lo chino, como si el ejército de reserva (cinco millones de parados) no facilitara la contención salarial, o como si las empresas sin pedidos ni carga de trabajo fueran a mantener las plantillas e incluso a firmar contratos temporales subvencionados para que los trabajadores vayan de visita a sus puestos de trabajo. Lo dijo Talleyrand: “Todo lo que es exagerado es insignificante”. Pero la exageración por ley hace daño. Eso no lo dijo. Sin consumo interno o externo (exportación) se puede bajar salarios para mantener la actividad e incluso incrementar la renta del empresario, pero a la postre ni hay contratos ni se crea empleo. Lo saben mejor que nadie los empresarios y emprendedores. Y quizá por ello sean más conscientes que nadie de que las modalidades de contratación influyen menos que otros factores. En cambio, los contratos dignos contribuyen más a la mejora del consumo y de la actividad económica en su conjunto. Verdad de Pero Grullo.

Mientras Sánchez y su equipo tratan de sumar apoyos, vale preguntar a qué se dedica Rajoy y su equipo. El presidente en funciones ha arengado a sus diputados y senadores por separado. Se ha esforzado en transmitirles confianza en su táctica: primero que se queme Sánchez y luego yo o nuevas elecciones. Sólo que la estratagema depende más de la voluntad de C’s y de Podemos que de la propia, y eso se advierte en el ánimo de sus señorías conservadoras. Rajoy contaba de antemano con la abstención de Albert Rivera y los suyos: 40 votos de C’s favorables de hecho a que siguiera gobernando. Pero no ha querido negociar ni con el PNV siquiera. Algunos ministros en funciones comienzan a ponerse nerviosos y profieren afirmaciones ridículas para asustar a la gente. El titular de Exteriores, Margallo y Marfil, lleva la delantera en esa falta de elegancia y diplomacia. Le sigue con la bayoneta calada el de Interior, Fernández Díaz, con eso de que un gobierno PSOE-Podemos con el apoyo del PNV sería “letal para España”, como si la aplicación de la ley general penitenciaria y el eventual acercamiento de los presos de la antigua organización terrorista ETA, que renunció a los atentados hace seis años y a la extorsión hace ocho, fuera mucho peor que el saqueo del erario público y la corrupción generalizada –sistémica le llaman– que ha añadido crisis a la crisis de las clase media, trabajadora y laboriosa. “Existe un arma más terrible que la calumnia: es la verdad”, dijo Taylleran. Si lo leyeran sabrían que la negociación, como la vida, siempre se escribe en borrador y que no hay nada cerrado hasta que todo se cierra. De momento, Sánchez no ha comenzado a negociar con Iglesias porque éste se ha declarado incompatible con Rivera. Así que tranquilos. Y sobre el encuentro Sánchez-Rajoy del viernes cabe esperar muchos reproches y pocas sorpresas. También lo dijo el obispo que salvó a Francia: “Lo que no puede ser no puede ser y además es imposible”.

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2 pensamientos en “Se busca un Talleyrand

  1. Hola Luis Ludiel, excelente articulo y opinión certera, como es habitual en tus escritos, que corraboro en su totalidad, asi son las cosas y esta es la realidad fotografica del pais descrita con acierto y con verdad, los pactos de los progresitas pasan por C,s y Podemos, y pienso que los socialistas acabaran rubicando los mismos, porque España lo necesita, y la situación de emrgencia social lo exige, por ello como bien dices Pedro Sánchez con seguridad sera el próximo presidente si terminan voandole en su investidura, como bien dices de Talleyrand, la negociación,como la vida siempre se escribe un borrador y que no hay nada cerrado hasta que todo se cierra……. confiamos que todo acabe cerradose con acierto y con criterio por el bien de los españoles, saludo cordiales

  2. Estamos de acuerdo que lo que no puede ser no puede ser y ademas es imposible, esto ocurre entre el PP y PSOE, es imposible, no porque no quiera Rajoy,sino que no quiere Sánchez. Confiamos con los demas no ocurra igual Luidial, tiene mucha razón en lo que dices,
    atodo empieza bien y al final acaba mal ó regular, ó en nuevas elecciones OK

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