A las siete y media de la tarde del próximo 16 de julio, José Ortega Cano no estará en su casa celebrando el santo de su hermana María del Carmen, sino que estará en Benidorm vestido de oro, lila y rosa en medio de un albero. Será el primer traje de luces que “diseñe” su mujer Ana María Aldón. A su vera tendrá a José Antonio Morante de la Puebla y a José María Manzanares. Se lidiarán seis toros seis, ese día de Nuestra Señora del Carmen. Virgen de la que José Ortega Cano es devoto y patrona del mar al que Rocío Jurado le cantaba aquello de “háblame del mar, dicen que hay toros azules….”. Los astados a los que se enfrentará el maestro de Cartagena pesan 500 kilos y son de la ganadería Núñez del Cuvillo y lo hace después de nueve años sin torear en una plaza ante el público y él nos explica sus motivos “lo he organizado yo como empresario porque quería torear con dos toreros a los que admiro como son Morante y con Manzanares. Toree mucho con el padre de José María y estando en prisión me enteré de su fallecimiento y me llevé un disgusto enorme por no poder salir a acompañarles”. Lleva dos meses preparándose para esta corrida, sin ir más lejos el miércoles estuvo tentando unos toros de Núñez Cubillo en su finca de Medinasidonia “me encontré magníficamente, yo tengo 38 cornadas en el cuerpo y me han dado tres veces la extremaución, pero la vida me ha concedido continuar y no puedo dejar de torear nunca. Estoy seguro de mí. El miércoles disfruté muchísimo toreando unas vacas y los que me estaban viendo también lo pasaron bien. Yo calculo que llevaré unas 60 vaquillas toreadas en esta preparación que estoy haciendo”. Ortega Cano, es un hombre coqueto que se cuida y le gusta vestir bien “a mí me gusta mucho la moda, no soy diseñador pero mi mujer está estudiando y entre los dos hemos diseñado de alguna manera el traje que me estoy haciendo para ese día tan especial. Será un traje clásico pero moderno en lila y rosa con unos bordados en oro con flores”. Y por qué Benidorm “Yo he toreado mucho en Benidorm porque ha sido una plaza importante. Además quiero optar al concurso para ser empresario de la plaza de toros de Benidorm por diez años y ayudar a recuperar ese lugar importante que tuvo. Yo tengo allí un negocio de hostelería que nos va muy bien y es un lugar que suele estar al cien por cien de ocupación turística. Además es una forma de involucrar a mis hijos en los negocios porque no sólo se pueden hacer corridas de toros en la plaza, sino otras cosas”. El maestro recalca que “no es una reaparición, solo voy a torear ese día. Para mí torear es lo que más me gusta en mi vida. No es lo mismo torear en una finca que hacerlo con Morante y Manzanares, vestido de luces delante de 10.500 personas. No regresó por dinero porque gracias a Dios, me va bien pero hay toreros que no podemos dejar esto nunca. Estoy muy seguro de mi. Llevo nueve años sin ponerme un traje de luces, mis tres hijos no me han visto torear o no se acuerdan y mi mujer tampoco porque ella era más fan de Rocío, date cuenta que Ana María es de Sanlúcar y Rocío de Chipiona”. Es inevitable preguntarle por sus hijos y en especial sobre el mayor “José Fernando va saliendo lentamente, ahora está trabajando conmigo y cumple un horario pero hay que darle libertad porque es mayor de edad, ya tiene 24 años. Gloria Camila estudia y trabaja en Sevilla y el pequeño, José María tan solo tiene tres añitos y es un clon mío. Los cuatro vendrán a verme torear en Benidorm”.