La resaca electoral

27/06/2016

Maite Vázquez del Río.

La suerte está echada. El PP ganó sin palitivos; el PSOE resistió ante el sorpasso; Unidos Podemos no sobrevió a las expectativas y Ciudadanos mantuvo el tipo por eso de poder ser la llave para gobernar.

Esos son los resultados. Las consecuencias, parecidas a las del 20D: serán necesarios los pactos, porque los españoles no queremos mayorías absolutas. Y ahí volvemos al galimatías… Nadie quiere casarse con nadie porque luego las urnas pasan factura.

Este lunes de resaca electoral los tertulianos estaban en su salsa. Todos intentando buscar explicaciones a lo ocurrido en las urnas. También las direcciones de cada partido analizaron los resultados y buscaron respuestas al comportamiento del electorado. En lo que parece que hay consenso es en que las encuestas no sirven para nada.

La gran sorpresa fue la caída de Unidos Podemos. Perdieron más de 1,2 millones de votos en seis meses, y eso que en esta contienda habían unido fuerzas con IU. La conclusión es que había mucha ilusión, se pensaba que por fin se podía cambiar el rumbo del país haciendo las cosas de manera diferente. Pensando primero en las personas y sus necesidades y luego en las exigencias de Merkel y compañía. Pero algo pasó por la mente del electorado. Los cambios siempre dan miedo y ya se encargaron los candidatos del PP en hacer aflorar el miedo.

Pablo Iglesias y los suyos se equivocaron. Va a tener razón Pedro Sánchez cuando dice que si gobierna Rajoy es porque Iglesias estaba más preocupado por ganar al PSOE que al PP. La historia se repite. Los partidos de izquierda se pelean y dividen y gana la derecha. Y de la historia parece que nadie ha aprendido. ¡Pero si siempre se repite! ¿O es que nadie de acuerda de la lucha entre comunistas y socialistas de la década de los 30 del pasado siglo?

El primer error fue equivocarse de enemigo. El segundo es que Pablo Iglesias no es un candidato que encandile; un orador que envenene cual serpiente… No. No lo es. Cambió la sonrisa por el tono irritado de la campaña del 20D. Pero no supo contraatacar al ataque de Mariano Rajoy. El miedo a perder el orden establecido por cambios que aún no se han terminado de digerir. Porque vayamos al terreno práctico. En los sitios en los que gobierna Podemos (comunidades y ayuntamientos) lo más que se ha visto son gestos, cambios de superficie, reyes magos con trajes del siglo XXI, toros que han salvado su vida, cambios de tradiciones de siglos que el pueblo llano no comparte. Las fiestas son su ‘opio’, sus tradiciones heredadas, y las tradiciones no se pueden borrar de un plumazo ni por decreto. Y con el latiguillo que les gusta usar a los políticos, «Mire usted, antes son las personas que los animales». Y gestos con las personas, excepto las promesas electorales, se han visto muy poquitos.

Y eso que lo tenía muy fácil. Con más de 500 corruptos paseándose por las calles libremente, la mayoría muy próximo al PP, parece que el elector ha elegido entre lo malo conocido y el miedo a un cambio que no se ha sabido explicar. Fue una campaña más pensada en los jóvenes, a los que los cambios les gustan, que en los mayores, que no perdonan ni una sóla elección para ir a votar. El PP lo tuvo muy fácil de explicar. Solo con poner el ejemplo de lo que está pasando en Venezuela o cómo lo han pasado los griegos. ¿Es ese modelo el que alguien quiere para España?

Y qué decir del PP. Sin hacer nada, excepto dejar el tiempo pasar tras las elecciones del 20D, gobernando en funciones y diciendo que nadie quería pactar con ellos y se lo han llevado de calle. Han ganado 14 escaños más, y siguiendo con los escándalos, como el protagonizado por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz y las escuchas y sus tejemanejes para encontrar porquería contra los nacionalistas catalanes. Y ahí sigue, sin una dimisión sin nada de nada… excepto ganando las elecciones y cada vez más creciditos.

Y en el PSOE, Pedro Sánchez ha aguantado la garra de Podemos y sigue liderando la izquierda. Fue el único que quiso intentar gobernar, pero Pablo Iglesias se lo impidió. ¿Ha dado lástima? Los andaluces no se la han tenido. El PP les ha ganado en su feudo histórico y hasta Susana Díaz está ahora puesta en cuestión. Cinco diputados menos y un partido cada vez más debilitado, sin saber qué rumbo tomar y quién puede ser el gran capitán que les lleve.

Ahora es otra vez tiempo de pactar. El problema inicial es que cada uno está en su atalaya y después de todo lo que se dice en campaña electoral, cómo desdecirse. Pero algunos están condenados a entenderse. Lo que está claro es que en España la derecha tiene dos partidos, y la izquierda otros dos. ¿Pactarán los dos grandes partidos? No parece probable. ¿Pactarán los dos partidos de izquierda? Hay demasiada prepotencia y altanería para que sea posible. Tendrá que usar el PP la calculadora e ir sumanda de aquí y allá… (Ciudadanos, Nacionalistas Vascos, Canarios…) ahí salen las cuentas. Ya veremos cuáles son las condiciones. Y luego veremos si se cumplen.

¿Te ha parecido interesante?

(+28 puntos, 28 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.