Sí, tenemos un problemón

26/07/2016

Carmela Díaz.

This photo taken on July 20, 2015 shows bodies on the ground after an explosion in the town of Suruc, on July 20, 2015, not far from the Syrian border. At least 20 people were killed and dozens injured, with the origin of the explosion not immediately determined, but many authorities and Turkish media claiming the attack to be carried out by a suicide bomber. AFP PHOTO / TURKEY OUT / OZCAN SOYSAL / DEPO PHOTOS

This photo taken on July 20, 2015 shows bodies on the ground after an explosion in the town of Suruc, on July 20, 2015, not far from the Syrian border. At least 20 people were killed and dozens injured, with the origin of the explosion not immediately determined, but many authorities and Turkish media claiming the attack to be carried out by a suicide bomber. AFP PHOTO / TURKEY OUT / OZCAN SOYSAL / DEPO PHOTOS

“Conquistaremos Europa con el vientre de nuestras mujeres”.

Ben Bella

Este mes que agoniza nos deja una herencia ensangrentada, una incertidumbre colectiva y un mundo atemorizado. Durante el período estival un puñado de desgraciados está azotando nuestra forma de vida. Su legado son cientos de asesinados, otros tantos heridos, familias destrozadas y una Europa abatida: ayer fueron París, Niza, Baviera, Múnich… mañana, ¿quién sabe? Caminamos sobre un polvorín incandescente. Los terroristas atacan ferozmente para utilizar el miedo como arma y la manipulación como estrategia. A nuestros muertos nadie les devolverá la vida, pero muy pronto habrá más.

Carmela Díaz

Carmela Díaz

La violencia y el fanatismo son injustificables. Debemos eludir el contagioso buenismo -una de las debilidades contemporáneas de la civilización occidental- y plantar cara. Ante situaciones excepcionales hay que tomar medidas excepcionales. Masacrar inocentes es sencillo cuando no temes a las consecuencias, y, sobre todo, cuando no das valor a tu propia vida. A estos exterminadores de infieles los adoctrinan desde la infancia; moldean marionetas útiles para sembrar el caos: decapitaciones, lapidaciones, ahorcamientos, cuerpos bomba… Son bestias que carecen de ética, moral, compasión y sensibilidad: ejecutan por sadismo, con el único objetivo de provocar pánico y desolación allá donde van.

Durante las últimas semanas las barbaries yihadistas se repiten con una frecuencia escalofriante. A este ritmo terminarán por suceder de continuo, como en Irak o en Siria. Quien crea que se trata de casos aislados o de paranoias de dementes, es que no quiere asumir la realidad. Europa debe reaccionar con contundencia y de manera inmediata: hay que unificar procedimientos en la lucha antiterrorista y endurecer las legislaciones para evitar la propagación de ideologías radicales en nuestros territorios. Las condolencias son necesarias y los hastags irremediables, pero lo crucial es impedir matanzas indiscriminadas en celebraciones y actividades cotidianas. Es inaceptable que la política de los gobiernos occidentales sea de inacción mientras nos aniquilan. ¿Cómo hemos podido llegar a semejante desconcierto en Europa? ¿Cómo tenemos que actuar para contenerlos, o al menos, minimizar su impacto? Eso es lo que deberíamos exigir a los gerifaltes de la Unión Europea. Urge dejar de lado la corrección política y enfrentarse al problemón de manera realista y efectiva.

Aunque la puesta en marcha de soluciones es compleja: a los ciudadanos nos acobarda admitir lo que verdaderamente implica enfrentarse al terrorismo atroz. ¿Estaríamos dispuestos los españoles a incrementar la partida de Defensa en los Presupuestos Generales del Estado? ¿Toleraríamos la compra de nuevo armamento, equipamientos y tecnología militar? ¿Se alistarían un mayor número de compatriotas en nuestras Fuerzas Armadas? ¿Aprobaría nuestro Parlamento el envío de tropas a misiones en Oriente Medio y a otras zonas de conflicto? ¿Otorgaríamos potestades adicionales a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado como medida de prevención para garantizar nuestra seguridad?

Entretanto, con cada nuevo ataque terrorista se incrementan las posibilidades de un triunfo electoral de Trump en Estados Unidos. También crece la intención de voto de las ideologías extremistas en el Viejo Continente: ¿qué resultados nos depararán las elecciones francesas, austriacas y alemanas? No afrontamos un único problema: Europa coquetea con el abismo.

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3 pensamientos en “Sí, tenemos un problemón

  1. Antes de las medidas internas mencionadas, que no digo que no se hayan de estudiar y aplicar de forma coherente, a lo primero a lo que sí estaría dispuesto es a que los países occidentales dejaran de negociar soluciones con los países islamistas anteponiendo, a la vida o muerte de los ciudadanos propios, el interés económico y geopolítico de cada momento en cuestión. Véanse las políticas tan dispares aplicadas en países como Arabia Saudí, Marruecos, Turquía, Irán, Egipto,.., y sé poco de política internacional, pero cuando leo artículos de fondo sobre estos intereses, que frenan acciones serias de lucha anti-terrorista, se me ponen los pelos de punta. Mientras esto siga siendo así, creo que la yihad seguirá encontrando un campo enorme de debilidades en cada zona y país del mundo, incluidos los suyos propios, que son los que más atentados sufren. Estas matanzas van mucho más allá de ser execrables, probablemente no tienen nombre porque , en mí por lo menos, desbordan cualquier sentimiento humano de indignación e impotencia, pero estamos muy lejos de solventar nada si el poder financiero , económico y político de la globalización no pone límites a su “ceguera” para con las personas que levantamos el mundo día a día con nuestro trabajo, sin especulación alguna ¡Y en nombre de no sé qué valores! Bueno, sí, los que todos queremos, pero tergiversados y manipulados para el propio bien excesivo de unos pocos, y esto no es comunismo, que también participa, es abuso ajeno.

  2. Antes de las medidas internas mencionadas, que no digo que no se hayan de estudiar y aplicar con coherencia, a lo primero a lo que sí estaría dispuesto es a que los países occidentales dejaran de negociar soluciones con los países islamistas anteponiendo, a la vida o muerte de los ciudadanos propios, el interés económico y geopolítico de cada momento en cuestión. Véanse las políticas tan dispares aplicadas en países como Arabia Saudí, Marruecos, Turquía, Irán, Egipto,.., y sé poco de política internacional, pero cuando leo artículos de fondo sobre estos intereses, que frenan acciones serias de lucha anti-terrorista, se me ponen los pelos de punta. Mientras esto siga siendo así, creo que la yihad seguirá encontrando un campo enorme de debilidades en cada zona y país del mundo, incluidos los suyos propios, que son los que más atentados sufren. Estas matanzas van mucho más allá de ser execrables, probablemente no tienen nombre, porque, en mí por lo menos, desbordan cualquier sentimiento humano de indignación e impotencia. Así las cosas, estamos muy lejos de solventar nada si el poder financiero, económico y político de la globalización no pone límites a su “ceguera” para con las personas que levantamos el mundo día a día con nuestro trabajo, sin especulación alguna. ¡Y en nombre de no sé qué valores defienden sus abusos! Bueno, sí, los que todos queremos, pero tergiversados y manipulados, y esto no es una llamada al comunismo, que también participa de este Teatro de Mentiras, sino un abuso insostenible contra los derechos a la vida de los ciudadanos.

  3. Antes de las medidas internas mencionadas, que no digo que no se hayan de estudiar y aplicar con coherencia, a lo primero a lo que sí estaría dispuesto es a que los países occidentales dejaran de negociar soluciones con los países islamistas anteponiendo, a la vida o muerte de los ciudadanos propios, el interés económico y geopolítico de cada momento en cuestión. Véanse las políticas tan dispares aplicadas en países como Arabia Saudí, Marruecos, Turquía, Irán, Egipto,.., y sé poco de política internacional, pero cuando leo artículos de fondo sobre estos intereses, que frenan acciones serias de lucha anti-terrorista, se me ponen los pelos de punta. Mientras esto siga siendo así, creo que la yihad seguirá encontrando un campo enorme de debilidades en cada zona y país del mundo, incluidos los suyos propios, que son los que más atentados sufren. Estas matanzas van mucho más allá de ser execrables, probablemente no tienen nombre, porque, en mí por lo menos, desbordan cualquier sentimiento humano de indignación e impotencia. Así las cosas, estamos muy lejos de solventar nada si el poder financiero, económico y político de la globalización no pone límites a su “ceguera” para con las personas que levantamos el mundo día a día con nuestro trabajo, sin especulación alguna. ¡Y en nombre de no sé qué valores defienden sus abusos! Bueno, sí, los que todos queremos, pero tergiversados y manipulados, y esto no es una llamada al comunismo, que también participa de este Teatro de Mentiras, sino un abuso insostenible contra los derechos a la vida de los ciudadanos.

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