Kim Faura, director general de Telefónica en Cataluña ha anunciado que la tecnología 4G cubrirá el cien por cien de los usuarios catalanes a finales de este año, mientras que el cableado con fibra óptica y 300 megas de capacidad no se culminará para la totalidad de los hogares de esta comunidad hasta el año 2020. Según ha reconocido en una ponencia en el foro Cornellà Creación ante unos 200 empresarios, Telefónica podía haber culminado en 2017 la total cobertura de Cataluña con fibra óptica “de no haber sido por la presión del regulador, que nos ha obligado a compartir la red con los competidores” y que por lo tanto ha reducido el ritmo de las inversiones.

El directivo de Telefónica asegura que nuestro país tiene, en términos absolutos, más hogares conectados que la suma de Alemania, Francia e Italia. Respecto a la tecnología 5G que posibilitará 20 gigas de conectividad, la operadora está trabajando en su despliegue para posibilitar, por ejemplo, que una operación quirúrgica en Barcelona sea seguida en tiempo real desde Estados Unidos. Sin embargo, Faura cree que la aplicación del 5G tendrá una mayor expansión merced a los videojuegos, que requieren un tiempo de respuesta inmediato. De hecho, “se mata más rápido en 5G que en 4G”.

Faura ha defendido la necesidad de que las empresas deben cuestionar día tras día su posición en el mercado y especialmente lo harán cuando las «cosas les van bien y dominan su nicho». El director general de Telefónica ha explicado el fracaso de empresas como Nokia o Kodak por no cuestionarse su posición dominante en el mercado, acomodarse al éxito y no saber detectar los nuevos nichos que estaban apareciendo y que los colocaban en una posición de «marginalidad» como sería el caso de la aparición de la fotografía digital, que dejó a un lado el mercado tradicional de la fotografía que dominaba Kodak.

En tiempos disruptivos y de cambios acelerados, cuando se modifican las preferencias de los clientes y emergen nuevos modelos de negocio, la necesidad de innovar resulta evidente. En palabras de Kim Faura, la cuestión no es tanto decidir en qué innovar, sino cómo hacerlo y con quién, porque “el hecho de innovar es consustancial a la actividad empresarial”. El directivo de Telefónica insiste en que cada negocio debería encontrar sus propias respuestas a estas cuestiones, adaptarse a la transformación digital y la innovación abierta a los clientes y aliados, ingredientes todos estos que son comunes en la empresa del futuro.

Kim Faura define “disrupción” como lo que hace cambiar el comportamiento de los mercados y como las personas actúan. Un ejemplo ha sido el móvil, que ha cambiado no sólo la comunicación, sino también aspectos como las formas de consumir, y otros de nuestra vida cotidiana, como concentrar en un solo aparato la linterna, calculadora, cámara de fotos, radio, reproductor de música, etcétera. Otro ejemplo de innovación abierta se encuentra en el mercado de aplicaciones mundial, que hoy factura más que todo Hollywood, un extremo que confirma este proceso imparable.