El ajuste del Banco do Brasil no altera los planes de expansión de Mapfre en este mercado

10/12/2016

Miguel Ángel Valero. El ajuste de red y de plantilla en Banco do Brasil no es una buena noticia para Mapfre, aunque la reforma de las pensiones que prepara el Gobierno de Michel Temer para el año que viene abre nuevas perspectivas de negocio para la aseguradora. La previsión del Gobierno de Temer es que se apruebe entre el final del primer semestre y el comienzo del segundo, pese a la resistencia de los sindicatos y de algunos grupos políticos.

La banca pública brasileña, concentrada en Banco do Brasil y Caixa Económica Federal, está acelerando, desde la polémica llegada a la presidencia del país de Michel Temer tras el proceso de destitución de Dilma Rousseff, su ajuste. En el caso del mayor grupo financiero del país, el Banco do Brasil, la reestructuración se concreta en la jubilación anticipada de 18.000 de sus 109.159 trabajadores, el cierre de 402 de sus 5.429 sucursales, la transformación de otras 379 en puntos de atención automatizada al cliente, entre otras medidas.

El ajuste no está urgido por la cuenta de resultados del Banco do Brasil, que obtuvo un beneficio neto de 3.645 millones de dólares en 2015, con un incremento del 28% sobre el ejercicio anterior.

Pero el presidente del Banco do Brasil, Paulo Caffarelli, reconoce públicamente que el plan de reestructuración anunciado ha evitado pedir un rescate al Gobierno en 2017. «Si no se hubiese hecho nada, hubiéramos tenido que tocar la puerta del Gobierno y pedir un aporte de capital en julio del año que viene», señala.

Y justifica el cierre de sucursales en que disminuyen las operaciones en las oficinas aunque “aumenta el número de clientes y de transacciones”. El porcentaje de operaciones bancarias realizadas por Internet o dispositivos móviles subió desde el 59,3% del total de en septiembre de 2015 hasta el 67,2% en el mismo mes del ejercicio en curso

En el baúl de los recuerdos queda archivado el sueño de la entidad financiera pública de tener una sucursal en cada municipio de Brasil, para dar servicio a las dispersas comunidades agrícolas del interior del país. De hecho, la red de sucursales del Banco do Brasil creció continuamente hasta 2014, que es cuando comenzó el frenazo a la expansión.

Pese a los cierres, en 2015 el Banco do Brasil contaba con 5.429 sucursales, muy por delante del Itaú Unibanco, la institución financiera privada más grande del país, que posee 3.788, y de la también pública Caixa Económica Federal, que tiene una red de 3.404.

Principal fuente de ingresos y beneficios

El ajuste de red y de plantilla en Banco do Brasil no es una buena noticia para Mapfre, que tiene con la entidad financiera una alianza estratégica de bancaseguros. Además, Brasil es, junto a España, la principal fuente de obtención de ingresos y de beneficios.

Mapfre ya tiene experiencia en este tipo de situaciones. La alianza de bancaseguros existente con Bankia, y heredada de Caja Madrid, no varió pese al cierre de sucursales en la entidad nacionalizada, que se compensó con el negocio de seguros de las otras 6 cajas de ahorros que fundaron el grupo. Mapfre es ahora el único proveedor de seguros de Bankia.

Más que la menor capacidad de distribución de su socio, preocupa que el Banco do Brasil descuide la atención al interior del país, porque tiene su impacto negativo en el crédito a la pequeña empresa y, sobre todo, al productor agrícola. Dos actividades que generan muchas contrataciones de seguros.

Tanto el Banco do Brasil como Mapfre operarán en las localidades más pequeñas mediante corresponsales bancarios, agentes y otros mediadores.

Caffarelli no descarta la «venta de algún activo que pueda reforzar la estructura de capital» del Banco do Brasil, pero en ningún caso será de aquellos negocios que forman parte de la actividad principal del grupo. Y el acuerdo de bancaseguros con Mapfre es uno de ellos.

Perspectiva estable

Pese al impacto negativo que pueda generar el ajuste en el Banco do Brasil, Mapfre mantiene inalterables sus planes de expansión en el país. Sus responsables recurren a un informe de la agencia internacional de calificación Fitch, que continúa manteniendo la nota negativa pero la perspectiva “estable” para el sector de seguros en Brasil.

«El sector de seguros ha sido uno de los pocos que han resistido el deterioro significativo del entorno económico en 2015 y en 2016», señala el informe, que pronostica un “sólido” 2017 para esta actividad en Brasil.

Fitch señala que la calificación negativa para el sector de seguros brasileño refleja la perspectiva de las calificaciones soberanas del país, BB y perspectiva “negativa”. Pero cree que el sector brasileño de seguros continuará siendo “resistente”, con una rentabilidad “sólida” pese a una probable disminución de los tipos de interés, lo que ejercería una presión a la baja sobre los ingresos de las inversiones y un modesto crecimiento de las primas.

La rentabilidad sobre activos (ROA), excluyendo el seguro de Salud, bajó al 1,7% en septiembre de este año, frente a una media del 2% entre 2012 y 2015. Oscilará entre el 1,5% y el 2% en 2017.

Fitch espera un crecimiento “sólido” en la comercialización de productos ligados a las pensiones.

Precisamente, la reforma de las pensiones, puesta en marcha por el Gobierno, abre nuevas perspectivas de negocio para Mapfre en Brasil. La previsión del Gobierno de Temer es que se apruebe entre el final del primer semestre y el comienzo del segundo, pese a la resistencia de los sindicatos y de algunos grupos políticos.

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