Wall Street ha respondido con una tímida reacción al discurso de Trump, en el que no han abundado las referencias económicas. Poco más ha dicho el nuevo presidente más allá de la necesidad de promover infraestructuras de transporte.

Desde el punto de vista del mercado, el discurso de Trump ha sido plano y decepcionante. No ha entrado en cuestiones de fondo, no ha arriesgado ni lo más mínimo.

Pero en Wall Street están últimamente que tiran la casa po rla ventana y parece que les ha gustado que no diga nada. Imaginan que eso es mejor que enredarse en cuestiones muy técnicas de gran calado.

Porque el nuevo presidente es de trazo grueso, por eso y nada más que por eso, podría entenderse que no haya entrado a la primera en cuestiones que precisan de bisturí y mano entrenada para no causar más daño que el que intenta arreglar.

Pero el fondo de mercado es positivo. Suben muchos mas valores de los que bajan, y el Nasdaq 100 nos ha regalado un nuevo máximo histórico. Cierto es que se ha logrado con una vela bajista, lo que suele tener implicaciones bajistas, pero ahí está,

No suele ser muy buen augurio este tipo de velas en los máximos, pero ahí queda.

Al cierre, el Dow Jones avanzó un 0,48%, el  S&P 500 un 0,34%, el Nasdaq 100 un 0,24%, el Nasdaq Composite un 0,28%, el Nyse Composite un 0,39% y el Russell 2000 un 0,45%.