El máximo responsable en España de la multinacional Nestlé adelanta que este año va a ser difícil para el sector de la alimentación y bebidas a consecuencia del incremento de las materias primas, que en el caso del café casi se ha duplicado, mientras el trigo se ha encarecido un 66% y el azúcar un 50%, por poner tres ejemplos. “Para no incrementar del todo nuestros precios, este año no vamos a aumentar nuestra inversión en las marcas”, reconoce Bernard Meunier.

En opinión del directivo, el repunte de la inflación tiene consecuencias en el consumo, ya que salimos de dos años de un proceso de “deflación en los precios de la alimentación que ha abaratado la cesta de la compra”. “Con el aumento de las materias primas pasaremos de deflación a inflación”, apunta Meunier, a pesar de que en España el gasto alimenticio y en bebidas sólo supone el 13% de los ingresos disponibles de las familias.

A pesar de la situación, Nestlé sigue apostando por España y anuncia una inversión este año de cien millones de euros en las distintas plantas que tiene repartidas por España, frente a los 86 del pasado ejercicio, lo que supone un récord en la centenaria historia de esta multinacional en nuestro país. Cincuenta millones se destinarán a las siguientes fases de la flamante planta de Gerona en la que se fabrican las cápsulas Dolce Gusto hasta alcanzar una capacidad de producción de 2.500 millones de unidades anuales y una plantilla de 400 trabajadores en el horizonte del 2012.

En estos momentos, en la planta gerundense se fabrican tres millones de cápsulas diarias, de las que dos terceras partes se exporta a toda Europa y otros países como Estados Unidos, México, Canadá, Japón y Brasil. Los otros cincuenta millones de euros previstos de inversión se repartirán este año entre las plantas de Araia (Álava), Sevares (Asturias), Reus (Tarragona), Penilla (Cantabria) y Valladolid.

Nestlé incrementó un 6,2% sus ventas desde España el año pasado, con una facturación de 2.209 millones de euros, de los que 1.826 millones pertenecen al mercado doméstico y el resto (383 millones) a las exportaciones. Las ventas al exterior experimentaron un incremento del 24,7% respecto al anterior ejercicio. La cifra de negocio en España ha crecido un 3,2% respecto a 2010, y la gama de cafés, así como los productos culinarios, bombones, alimentos para mascotas y la nutrición clínica son los que han obtenido mejores resultados.

Entre las categorías menos favorecidas destacan los alimentos y bebidas que se consumen fuera del hogar, como helados, cafés y aguas. Sin embargo, Meunier confía en que se recupere su consumo gracias al incremento previsto del turismo a consecuencia de las revoluciones en el norte de África, puesto que el gasto de los españoles fuera de casa sigue reduciéndose.

El lanzamiento de productos de posicionamiento popular (PPP en el argot del sector) ha contribuido a los resultados con un incremento de ventas del 21%, al presentarse ante los consumidores como “asequibles pero de calidad”.

Meunier evita pronunciarse sobre el conflicto legal que le enfrenta a Marcilla por el reciente lanzamiento de cápsulas de café similares al exitoso modelo de monodosis de Nespresso, aunque afirma que la cuota de mercado de cafeteras en España entre esa marca propiedad de Nestlé y la segunda marca Dolce Gusto es del 80%.

Sobre el cambio organizativo aprobado recientemente en la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), Menier asegura que responde fue aprobada con el respaldo del 90% de las asociaciones que la integran. Entre los objetivos de la nueva singladura de la FIAB destaca poder equipararse a otras patronales europeas y alcanzar el protagonismo que la alimentación y bebidas merece, puesto que se trata del primer sector industrial de España, tanto en empleo como en exportaciones y en aportación al PIB.