Puesto que el cronista no ha renunciado al uso de la cuchara y en estos días de silencio parlamentario no tiene noticia que llevarse a la boca, ha de agradecer a don Alfredo Pérez Rubalcaba su lema “un político, un sueldo”. El candidato socialista lanzó el sábado esa brillante afirmación en la reunión del Comité Federal de su partido que dio el visto bueno a las listas electorales, y la ha repetido varias veces desde entonces –-“Lo cumpliremos a rajatabla en mi partido: un político un sueldo”— sin que Mariano Rajoy y los miembros de su equipo que cobran dos sueldos se den por aludidos.

Pues sí, amigos, en estos tiempos de crisis y desempleo masivo, lo lógico puede resultar brillante. Lo lógico sería que no hubiese políticos que cobren dos y más sueldos del erario público. Pero los hay a barullo. Si nos fijamos en la declaración de rentas que han realizado a regañadientes los diputados y senadores salientes, enseguida vemos que Rajoy cobra dos sueldos, uno del PP “por gastos de representación” y otro del Congreso. Entre los dos suman unos 150.000 euros anuales.

También vemos que todos sus colaboradores, desde Esteban González Pons a Ana Mato, pasando por Javier Arenas y terminando en María Dolores de Cospedal, perciben unos sueldos del partido “por representación” que van de 50.000 a 60.000 euros anuales al tiempo que reciben sus remuneraciones como disputados, senadores y, en el caso de Cospedal, como presidenta de la Junta de Castilla-La Mancha.

Pero no crean que la bipaga es un invento del PP. Ni mucho menos. En el PSOE se reproduce la misma situación: algunos miembros de la ejecutiva del partido reciben su sueldo como tal y sus remuneraciones como diputados o senadores. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cobra como tal y también como diputado. El propio Rubalcaba recibe dos remuneraciones: una de ex vicepresidente por dos años y otra de parlamentario.

La bipaga está tan extendida que se mire hacia donde se mire se la encuentra uno sin dificultad. Hasta Rosa Díez, la dirigente de UPyD, es una mujer bipaga, pues posee una remuneración perpetua por haber sido eurodiputada y otra como diputada. Y si nos fijamos en la administración local, la situación es parecida. Decenas de alcaldes y ediles reciben su sueldo como tal y otro u otros de las diputaciones provinciales y de las empresas municipales en cuyos consejos de administración están de presidentes, vicepresidentes y consejeros delegados.

Como los políticos bipaga son legión, el cronista se ha puesto a contar cuántos ex ministros tendrán que renunciar a su paga por dos años si resultan elegidos diputados y, aparte del propio Rubalcaba, le salen Leire Pajín, Manuel Chaves, Francisco Caamaño, Carme Chacón, Valeriano Gómez, Antonio Camacho y José Blanco. Pero no se preocupen, que como los del PP y otros no harán el menor caso a Rubalcaba y, además, la paga del partido no se llama “sueldo”, sino “remuneración por representación” y la del Parlamento tampoco, pues le dicen “asignación constitucional”, los políticos con dos sueldos seguirán siendo muchísimos.