Rajoy asegura que la única política social es crear empleo

08/11/2011

Maite Vázquez del Río. Las encuestas de varios medios de comunicación han dado como ganador del debate a Mariano Rajoy, quien apostó por la austeridad de las administraciones para liberar los créditos que necesitan empresas y familias.

El único debate entre los candidatos a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy (PP) y Alfredo Pérez Rubalcaba (PSOE) reprodujo el enfrentamiento que llevan legislaturas manteniendo ambas formaciones políticas. La crisis se convirtió en el arma arrojadiza del candidato popular contra un ex vicepresidente del Gobierno, más empeñado en que su contrincante desvelara las «ambigüedades» del programa electoral del Partido Popular en los aspectos que más interesan a los españoles: desempleo, sanidad, educación, pensiones. Un intento del candidato socialista de sembrar todo tipo de dudas sobre lo que el PP hará de llegar a La Moncloa.

El modelo del Estado de Bienestar fue esgrimido por el candidato socialista, asegurando que de ganar el empleo será el principal objetivo de sugestión defendiendo las prestaciones sociales, la sanidad pública y la educación pública, aunque Rajoy fue tajante en sus afirmaciones también, mostrándose convencido de que «la mejor política social es crear empleo», porque si hay empleo se obtendrán más ingresos vía impuestos para poder atender todas las necesidades sociales.

Sin embargo, Pérez Rubalca (al que en varias ocasiones Rajoy le llamó «Rodríguez» Rubalcaba) puso en duda que el PP no vaya a privatizar la sanidad (como está haciendo en Valencia) o crear una brecha educativa (como ocurre en Madrid). El primer bloque de debate se centró en la economía y el empleo, se centró en la insistencia de Pérez Rubalcaba en saber si el PP modificará recortando el gasto por desempleo, mostrando unas declaraciones de Rajoy en el periódico argentino “La Nación”, a lo que el candidato del PP respondió con una carta del diario asegurando que era un “error de interpretación”.

En un debate muy vivo, con intercambio de acusaciones y reproches aportando datos del pasado, y acusaciones de “insidias” y “mentiras”, lo que sí dejaron claro es la preocupación por los más de cinco millones de desempleados y la necesidad de cambiar la política económica. Rajoy apostó por la certidumbre y el control del gasto público y sobre todo contar con un “plan” y el desarrollo de la modificación constitucional para fijar un techo de déficit público y deuda. Para ello, plantea la necesidad de pactar con las autonomías y ayuntamientos un control del gasto, para alcanzar una mayor austeridad que permita que las administraciones necesiten menos financiación para que dejen el crédito a empresas y familias.

Tras el seguro de desempleo, el candidato socialista se centró en que Rajoy despejara si va a eliminar los convenios colectivos de las pymes. Pérez Rubalcaba intentó dejar en ridículo a su contrincante intentando demostrar que no conocía su programa electoral.

Ninguno de los dos candidatos ofreció propuestas nuevas a las que ya llevan semanas explicando. Rajoy apostó por los autónomos para crear empleo; Pérez Rubalcaba por elevar los impuestos a las grandes fortunas y a la banca con los que financiar la creación de puestos de trabajo, aunque los matices se mostraron en la forma de encarar la mejora de la sanidad y de la educación.

Rajoy también confirmó que de llegar al Gobierno realizará una reforma laboral, apsotó por los convenios de empresa y no dejó claro si elevará impuestos como el IVA, un tributo que los autónomos no deberán pagar por él hasta que no cobren sus facturas, mientras que el ICO dará a los ayuntamientos el dinero que necesitan para atender sus pagos a sus proveedores o se favorecerá impositivamente a las empresas que reinviertan el 10% de sus beneficios y hasta se dará 3.000 euros a cada autónomo que cree su primer empleo, entre otras medidas. “Hay que ayudar a los autónomos”, insistió, para arremeter contra la política económica del actual Gobierno y asegurar que “estamos en condiciones de salir del hoyo”.

El segundo bloque del debate se centró en las políticas sociales, con la sanidad y la educación como ejes centrales. Pérez Rubalcaba insistió en el modelo de Estado de Bienestar, asegurando que realizará todos los esfuerzos por garantizar la igualdad de oportunidades, que “nadie quede desamparad” en enfermedad, edad avanzada… porque es “lo justo”, y acusó al PP de que “la sanidad y la educación públicas no están garantizadas con ustedes”.

Ambos candidatos dedicaron bastantes minutos a debatir sobre la necesidad o no de que desaparezcan las diputaciones provinciales, un punto de desencuentro más entre ambos. Rubalcaba por considerar que se debe evolucionar en herramientas democráticas ya superadas con la articulación de las autonomías y Rajoy porque se necesitan para atender a todos los «pueblos» donde los gobiernos autonómicos no pueden llegar.

Hasta quince minutos antes de que acabara el debate no se habló de ETA, único punto en que ambos candidatos mostraron su disposición para colaborar en poner fin a la banda terrorista, mientras que no se mencionaron los problemas de corrupción política ni los problemas con algunas comunidades como Cataluña y País Vasco. Rajoy dejó en manos del Tribunal Constitucional la decisión sobre si se eliminarán los matrimonios entre homosexuales.

Las encuestas realizadas por varios medios de comunicación dieron como vencedor a Rajoy.

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