La inflación erosionará el poder real de compra de los salarios hasta un 3 por ciento durante los próximos dos años. El acuerdo firmado este miércoles por los máximos representantes sindicales y empresariales fija el nivel “máximo de pérdida de poder adquisitivo” que los trabajadores están dispuestos a asumir. Sin embargo, otras circunstancias, como las oscilaciones en el precio del petróleo, podrían elevar aún más esa cifra previstas en el documento ratificado hoy por Juan Rosell y Jesús Terciado, presidentes de CEOE y Cepyme, respectivamente, y los líderes de UGT y Comisiones Obreras (CCOO), Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo.

El pacto prevé una pérdida de poder adquisitivo del 1,5 por ciento en 2012 en caso de que se cumpla el objetivo de inflación del 2 por ciento, establecido por el Banco Central Europeo (BCE). La pérdida de poder real de compra se repetirá en 2013 en las mismas condiciones del año anterior. Por el efecto acumulativo, la inflación restará más de un 3 por ciento de poder de compra en dos años a los trabajadores afectados por convenios que sigan estas recomendaciones recogidas en el documento.

Solo en el caso de que la inflación supere el 2 por ciento se activarán cláusulas de revisión salarial. Sin embargo, las cláusulas solo cubrirán la parte de inflación que exceda de la previsión del BCE. Por tanto, si el índice de precios de consumo escala al 2,3 por ciento en 2012, las cláusulas solo garantizan un 0,3 por ciento de subida adicional, además del 0,5 por ciento pactado para este año.

En 2014, el acuerdo prevé la inclusión en los convenios de cláusulas adicionales de actualización de salarios “basadas en la evolución de los indicadores económicos asociados a la marcha de la empresa”, según reza la resolución aprobada este miércoles por el Comité Confederal de UGT.

Moderación salarial necesaria, según IESE

Por su parte, el profesor del IESE Morten Olsen considera «necesaria» la moderación salarial que han pactado patronal y sindicatos para que España no siga perdiendo competitividad frente al resto de países ni siga creciendo el desempleo y el déficit por cuenta corriente.

«Sobre todo si consideramos que formamos parte del euro y ya no estamos en disposición de devaluar nuestra moneda, como en la época de la peseta», señala Olsen, quien recuerda que los salarios en España aumentaron un 38 por ciento en ocho años, mientras que la productividad solo creció un 5 por ciento.

«Tal situación genera desequilibrios y agrava de forma notable el problema del desempleo«, comenta.

Como se recordará, el acuerdo firmado por empresarios y sindicatos recoge los siguientes incrementos salariales a lo largo del trienio: en 2012, el 0,5 por ciento; 2013, el 0,6 por ciento, y en 2014, del 0,6, o al 1 por ciento, o al 1,5 por ciento, según que el crecimiento del PIB en el año anterior, sea, respectivamente, inferior al 1  por ciento, entre el 1 y el 2 por ciento, e igual o superior al 2 por ciento.

Por otro parte, empresarios y sindicatos no han llegado a acuerdos en lo relativo a contratación, intermediación y flexibilidad externa, según recoge el documento aprobado por UGT. En concreto, las discrepancias se centran en torno al fondo de capitalización de los trabajadores llamado a sustituir al actual sistema de indemnizaciones por despido, y a las altas y bajas por incapacidad temporal por contingencias comunes en las Mutuas.